viernes, 25 de agosto de 2017

BARCELONA

És bona si la bossa sona, dice el conocido refrán, al que contestan : Tan si sona com si no sona, Barcelona és bona. Y puedo certificarlo porque he estado allí varias veces. Por política y por trabajo y sentí como algo mio, cuando visité Palafrugel, cuna de mi bisabuelo Tomás Mariá i Mauri, que se vino a Higuera, se dedicó al negocio del corcho y se casó con una Ordoñez. No los conocí personalmente pero en casa de mis padres, y actualmente en casa de mi hermano José María, colgaron y cuelgan, los retratos de ambos y el de su hija María, la madre de mi padre y mi abuela, a la que remotamente recuerdo como una viejecita de pelo blanco que murió un 4 de agosto de 1936, cuando yo tenía algo más de cuatro años. Mi último recuerdo es que como Don Inocencio, el párroco, estaba en la cárcel, fue un entierro laico, que en vez de llevar la acostumbrada "manga", lo presidía una bandera republicana. Y no crean que estoy divagando, que hace unos días me lo ha confirmado una paisana, que entonce era una quiceañera, sin que yo se lo preguntara.
Mi primera visita a la capital Condal fue en enero de 1984 con motivo del VI Congreso de Alianza Popular, que allí se celebró. Era a la sazón secretario de la Gestora del Partido en Gran Bretaña y asistimos, el Presidente Rafael Cerezo, la secretaria de organización Pepita Seijo, Patricia, (los tres ya descansando en paz) y el que escribe. Me gustó mucho lo que vimos, que no fue todo porque tuvimos poco tiempo libre, y me prometí que volvería. Me llamó la atención, en un recorrido en taxi por las Ramblas camino del hotel después de una cena en un restaurante del Puerto, la cantidad de lo que parecían mujeres buscando clientes, hasta que el taxista nos aclaró que no eran mujeres, sino hombres. Ni siquiera en Londres ni París había visto tal cantidad de travestís. Me convencí entonces de que Barcelona era un ciudad libre, cosmopolita y avanzada.
Volví varias veces, por motivo de trabajo, ya que la compañía en la que trabajaba tenía campos y naves empaquetadoras para la labor de preparación de los apios y coles chinas que enviaban a Londres. Entonces tuve ocasión de hacer de turista y conocer la ciudad más a fondo. Nunca tuve problema con el idioma. Todo lo que preguntaba o pedía en español, me contestaban en español, aunque todos hablaran en catalán entre si. No había imposición en el idioma, como dicen que existe ahora. Hace casi treinta años que no he vuelto por allí y parece ser que todo ha cambiado.
Recuerdo otro refrán que me contaron en uno de esos viajes, que decía: Al camí de Barcelona, qui no camí, s´estalona. Tengo que confesar que he usado el traductor, porque lo recordaba en español. Creo que algo anda mal, que la gente no camina y por tanto "tropiezan". El tropezón de la semana pasada ha sido, sobre todo, un aviso. Un aviso de lo que puede pasar si los españoles, todos, no nos unimos contra la sinrazón de los terroristas que quieren acabar con nuestra civilización. Porque no solo son enemigos de España, sino del Mundo, sobre todo el cristiano. Está claro que las principales religiones del mundo, aunque crean en un Dios distinto, o le llamen con diferente nombre, no inducen a matar, sino a amar al prójimo. Pero desgraciadamente no es así y, cada vez menos.
Ya que estamos de refranes, recuerdo otro, que me lo repetían en el Reino Unido, aunque nunca tuve problemas en adaptarme a sus usos y costumbres, "Whem in Rome, do as the romans do". ¿Porque tenemos que aceptar las costumbres y usos de los musulmanes que chocan con las nuestras?. Hace unos días he leído la polémica sobre la negativa del Ayuntamiento de Sevilla a permitir la construcción de otra Mezquita. Supongo que tendrá sus razones jurídicas, pero ¿Nos permiten a nosotros edificar una iglesia cristiana en sus territorios?. Se quejan de que estamos en contra del uso del burka (y del burkini en las playas). ¿ Cómo podemos saber si la persona que solo enseña los ojos, es un hombre, una mujer o un terrorista de cualquier sexo?. Los señores de Podemos (y que me perdonen los señores de verdad), han llegado a decir que deberíamos suprimir las procesiones porque ofenden a nuestros hermanos musulmanes.Yo he entrado en mezquitas y en templos budistas y he tenido que dejar mi zapatos a la entrada. Un día en Tanger estaba lloviendo y para no quitarme los zapatos, ¿sabe usted lo que hice?. Pues pasé de largo y entré otro día, que lucía el sol. 
El primer Ministro o Presidente de Australia, país cosmopolita, en el que hay hasta españoles que comen cola de canguro, publicó hace unos años un manifiesto explicando cómo era el país y sus costumbres y advirtiendo que los que no estuvieran de acuerdo con ellas, que se fueran de vuelta a sus respectivos países. 
En estos últimos años, Barcelona, y por supuesto Cataluña, ha ido degenerando. ¿Culpa de Rajoy?. No. Rajoy está cumpliendo con su juramento de acatar la Constitución y hacer que se acate. Son los políticos catalanes de zquierda, que no todos los catalanes, los que han traspasado las reglas del juego democrático. El Partido de CiU, catalanista y centrado, que miraba por lo mejor de Cataluña y era capaz de llegar a acuerdos con el centro izquierda y el centro derecha, se ha dejado ganar por la izquierda más radical, separatista y nacionalista que quiere, otra vez, dividir a España sin mirar en las consecuencias.
Hoy se publica una noticia, que posiblemente pase casi desapercibida, pero que a mi me ha llamado la atención y me ha dado miedo: "La oposición marca la agenda en el Congreso e Iglesias insiste en "sacar al PP" de la Moncloa". ¿Sabe usted qué hay detrás de esto?. Pues sencillamente que El Coleta tiene cogido a Pedro El Guapo (por donde usted sabe) y ahora quiere ir por Rajoy. ¿Queremos esto los españoles?.
Espero que no. Tenemos fama de ser envidiosos, pero no creo que queden muchos, por muy descontentos que estén, que quieran volver al año 36, o sea, al comunismo puro y duro, herencia de Stalin, que también les va a los venezolanos, buenos amigos y patrocinadores de El Coleta y su cuadrilla.