La excelente entrevistadora además de guapa, Gloria Lomana tuvo el acierto, en la entrevista de anoche al Presidente Rajoy en Antena 3, de sacarle, inn olaf, la fecha de las próximas elecciones generales. Vamos a tener unas Navidades metidas en política y menos mal que con el PP siguen siendo Navidades y no Solsticio de Invierno, como quería un pogre.
Un buen amigo, alto cargo del Partido Conservador británico me dijo una vez que ellos, al día siguiente de unas elecciones, cualquiera que fuera el resultado, empezaban a preparar las próximas. A Rajoy, desde dentro y sobre todo, desde fuera del Partido, se le ha acusado de indolente, parado, inactivo, tranquilo y otras lindezas. Nadie se percataba de la urgente prioridad de salvar a España del desastre económico, paro incluido, en que la dejó el Gobierno de Zapatero. Solo después de conseguida una lenta, pero estable recuperación, una constante creación de empleo y la certera aprobación de leyes pendientes, como las que afectan a la corrupción de los políticos, el Presidente ha decidido el día 20 de Diciembre. Quedan por tanto 80 días para convencer a los españoles de lo que le conviene a España y lo que será mejor para nosotros,
En cualquier país de nuestro entorno, no cabria la menor duda de que lo más sensato y lo que mejor nos convendría, es continuar con el programa de reformas que significa la estabilidad política que nos puede dar el Partido Popular. Pero España es diferente y ya se ha intentando convencer a lo ciudadanos de que hace falta un cambio. En democracia es necesaria una alternancia en el poder, pero también es necesaria una permanencia en el mismo, para cumplir totalmente los programas electorales. Por eso el tiempo ideal suele ser de ocho años o dos legislaturas. Pero como España es diferente, Suarez fue presidente 2 años y 6 meses, (transición) Calvo Sotelo 1 año y 6 meses, (el más corto), Gonzalez 13 años y 6 meses (un récord), Aznar 8 años (lo anunció desde un principio), Zapatero 7 años y 8 meses (no fue capaz de terminar su tiempo). Rajoy cumplirá los cuatro años y necesitará otros cuatro para terminar todas la reformas que urgentemente necesitamos y no las que algunos empiezan a pedir sin que realmente sean necesarias y que poco a poco y a su debido tiempo, iremos analizando. Queda tiempo, no mucho, para recordar, escuchar, pensar y decidir. Nos jugamos nuestro futuro.
