miércoles, 18 de marzo de 2020

EL DEBATE DE HOY

No creo necesario comentar el debate parlamentario, sobre el virus corona, que acaba de finalizar. Ya tendrá usted tiempo de ver los telediarios de hoy, leer los periódico o ver los comentarios en las redes insociales. Aunque creo que muchos de los que estamos en casa hemos pasado toda la mañana pegados a la tele o al PC.
Pero no puedo resistir la tentación de hacer mis propios comentarios ante el primer debate parlamentario con el hemiciclo vacío. De más de 350 parlamentarios, más asistentes y personal empleado, se ha quedado en un total de 41 personas, con especial mención a la señora encargada de cambiar el agua a los oradores.
"Excusatio non petita, accusatio manifesta". La comparecencia del Presidente voluntariamente, antes de que nadie la pidiera, ya es algo sospechosa de que se siente culpable y quiere excusarse antes de que se le acuse de su tardanza en reaccionar, cuando el peligro de la epidemia ya era pública. Todo indica que las manifestaciones de feministas, coreadas por podemistas, comunistas y socialistas del domingo día 8, que debería haber sido suspendida, ha contribuido a la propagación del virus, como los últimos datos de contaminados están demostrando, a los once días de los doce que se consideran que dura la incubación.
Quizá el Presidente, sobre todo en su primera intervención, ha querido dar una compensación a las feministas, utilizando el lenguaje que ellas quieren imponer. Constantemente ha usado el femenino y el masculino de las palabras: Empresario, trabajadores, autónomos, ciudadanos, nosotros... y mujeres y hombres.
Lo que ha quedado claro es que, por fin, ha habido algo de sintonia entre los dos Partidos que, hasta ahora, han gobernado en España. Sin embargo todos los demás partidos han aprovechado para hacer política partidista, con otras propuestas o críticas.
Quizás sea una buena ocasión de que la izquierda y la derecha se renueven y vuelvan a ser los dos grandes partidos que gobernaron, con acierto y errores, con Gonzalez y Aznar. Rectificar es de sabios y tanto Sánchez como Casado tienen una ocasión que no deberían desaprovechar. No deben haber Partidos enemigos, sino Partidos adversarios y ambos bien centrados. Hay demasiados partidos políticos y eso puede hacer un país ingobernable. 
La derecha PPCV (Partido Popular de Cudadanos Valientes) parece más cercana que la izquierda PSCPRS (Partido Socialista Comunista Podemista Republicano Separatista).