domingo, 6 de septiembre de 2015

¿SE ROMPE ESPAÑA?

Espero que no. Han sido innumerables las veces que hemos estado al borde del precipicio, pero, como el ave fénix, hemos resurgido de las propias cenizas. Hemos sido invadidos durante siglos por diversos enemigos de todas clases a los que hemos sido capaces de expulsar de nuestra Patria, ¿he dicho Patria?. Pues usted perdone si le ofende. A mi  me ofende eso de "este país". Pero además hemos sido divididos por los propios españoles, que según Amadeo de Saboya, somos los peores enemigos de España.
No lo esperaba de Felipe González. Tuve ocasión de saludarle y hablar con él de varios asuntos relacionados con los españoles que residíamos en el Reino Unido, de cuyo Consejo era Presidente. Me pareció un hombre razonable, que escuchaba, entendía y explicaba. Siempre pensé que era el hombre bueno del socialismo español y dejaba a mi paisano Alfonso Guerra ser el malo de la película. Ya en aquella época había metido la pata abriendo la verja de Gibraltar, comenzando así la increíble racha de pretender acabar con todo lo que oliera a franquismo y permitiendo que los ingleses sigan manteniendo una colonia en nuestro territorio. Más de ocho siglos nos costó expulsar a los moros de nuestro territorio para convertirlo en una Nación que llegó a a ser el mayor Imperio que la historia ha conocido. ¿Cuantos años no costará expulsar a los ingleses de ese andaluz pedazo de España?.
Felipe González me ha decepcionado totalmente, y creo que también a muchos de los suyos, entre los que no está Pedro Sánchez, con sus declaraciones en La Vanguardia: "Necesitamos una reforma de la Constitución y que Cataluña sea una nación". ¿Estaría borracho o en un momento de locura paranoica?. Y encima aparece Pedro Sánchez diciendo que "España está rota y necesitamos una España Federal". O sea, que hay que romperla más todavía. El señor Sánchez, no es que esté borracho o en un momento de locura, sino que es un ignorante que no ha leído nada de la historia de España sobre la nefasta Primera República que dividió la Nación en múltiples Cantones Federales para que se declararan la guerra entre ellos y que duró menos que un pastel a la puerta de un colegio.
Lo que está roto, bien roto y desgraciadamente puede no tener la menor reparación, es el Partido Socialista Obrero Español, al que ya definitivamente hay que quitarle la O y la E. Camina sin rumbo y con el peligro de perder también la S, para quedar solo en Partido. Sin nombre o con una N, una R, una V o una C. Ya me entienden: Nacionalista, Rupturista, Venezolano o Comunista. Aunque podría conservar la S de Separatista.
Pues lo siento. Porque un partido socialista de centro-izquierda, como existe en los países europeos, moderado y socialdemócrata es necesario en cualquier democracia moderna para ofrecer una normal alternancia a una derecha centrada y evitar las peligrosas aventuras de los extremistas que quieren romper España.
Los españoles tenemos la palabra para disfrutar de un futuro unidos y en paz o divididos y en permanente lucha como siempre. Ya se apunta la posibilidad de que las elecciones generales sean el 20 de Diciembre. Tenemos en nuestras manos el celebrar la Navidad con un Gobierno de un solo color azul o el Solsticio de Invierno con un Gobierno  con más colores que la bandera de los gays.