domingo, 2 de octubre de 2016

DOS DE OCTUBRE

PEDRO CONTRA FELIPE
Era el día en que empezábamos el curso en el Colegio, a meno que cayera en sábado o domingo. El día uno, era fiesta nacional. Se celebraba el Día del Caudillo, en conmemoración de la investidura del General Franco, como Jefe del Estado Español el 1 de octubre de 1936, que se siguió celebrando durante 39 años hasta su muerte.
A partir de ayer espero que cada año se dedique esa fecha al Día de Míster No. No para celebrar su forzada dimisión, que no merece la pena celebrarla, sino para recordar el inicio de la recuperación del Partido Socialista y procurar, que lo que ha pasado, no vuelva a pasar.
El Partido Socialista, desde Zapatero, ha ido degenerando, como el banderillero de Belmonte, Joaquin Miranda que llegó a Gobernador de Huelva, según comentario del Pasmo de Triana. No se le puede echar toda la culpa a Sánchez, ya lo recogió tocado y dividido a más de escorado peligrosamente a babor, como dice mi hermano el marino.
El espectáculo a la puerta de la sede, durante las muchas horas que duró la reunión, o el derbi de Pedristas y Críticos, fué lamentable. No solo por intervenir la policía para prevenir posibles y peligrosos enfrentamientos, sino porque se vió hasta la manipulación de los enemigos del PSOE infiltrados entre los manifestantes. Ya sabemos todos, que el enemigo del Partido Socialista no es el Partido Popular. El Partido Popular es el adversario caballeroso que siempre ha aceptado con dignidad sus derrotas electorales pero que también reclama, con razón y tesón, que se respeten sus victorias.
Las pancartas que se veían ayer en la calle Ferraz, me recordaron unas que vi en el hall de una casa de Londres en la que vivía un amigo mio. Era una casa de aquellas que veíamos en la serie británica "Arriba y abajo", dividida en pequeño apartamentos para estudiantes. Eso que los ingleses llaman "bedsitter" porque son tan reducidos que te tienes que sentar en la cama. Pase por allí un viernes por la tarde y la entrada estaba llena de pancartas. Mi amigo me explicó que el sábado, como muchos sábados, había una gran manifestación en Trafalgar Square y que los organizadores dejaban las pancartas en donde sabían que había estudiantes para que las llevaran a la manifestaciones. Estas, como es lógico, siempre eran de signo reivindicativo, político o sindical y de uno u otro sentido, y reclutaban estudiantes a los que pagaban cinco libras cuando, al final de la manifestación, devolvían la pancarta a los organizadores. En aquellos tiempos cinco libras daban para un paquete de cigarrillos y dos pintas de cerveza con lo que los estudiantes, la mayoría extranjero, podían disfrutar de la tarde del sábado.
Bonita forma de engordar la participación, parecida a la española de pagar autobús, bocadillo y cerveza a los militantes de los pueblos jóvenes o viejos. Poderoso caballero es Don Dinero.
Esperamos que la nueva directiva del PSOE enderece el rumbo, nivele el escoramiento y sepa navegar contra vientos y mareas hacia el deseado puerto, que es el bien de los españoles que será también el de España.
¿QUIÉN LE PAGABA A ESTA? ¿PEDRO SÁNCHEZ O EL COLETA?