viernes, 19 de febrero de 2010

INTERECONOMIA Y VEO 7





Anoche, como casi todas las noches, antes de irme a la cama alrededor de las doce, hice algo de zaping entre estos dos canales. Lo de irse a la cama a las doce de la noche lo copié de Don Manuel Fraga cuando era embajador en Londres. Le vi varias veces dejar una fiesta, una cena, o una reunión a las doce de la noche, porque decía que a esa hora se terminaba el día y era necesario empezar el nuevo descansando para estar en forma.
Los programas a que me refiero están degenerando últimamente en un corral de gallinas donde todos quieren hablar a la vez, se interrumpen, se enfadan y no se respetan. Anoche las discusiones entre dos políticos a quienes no conocía, uno de ellos autodeclarado diputado socialista, y dos conocidas y experimentadas periodistas se pasó de la raya. Dos jóvenes socialistas, tan progresistas ellos y tan defensores de la igualdad de género, intentando no dejar hablar a dos señoras, que en experiencia en intervenciones y debates les daban setenta vueltas. Lo propio de los socialistas: "respeto tus opiniones siempre que coincidan con las mías". Dieron los dos una magnífica lección de prepotencia, fanatismo, demagogia y falta de respeto, no ya a la mujer, sino a los teleexpectadores, que quedamos asombrados de su intervención. Espero que no les inviten de nuevo porque se cargarán el programa. Sin embargo hay que felicitar a las dos periodistas, asiduas contertulias del programa, por su entereza aguantando el tipo sin achicarse ante los dos elementos, cuyo nombre no conozco, ni me hace falta, ni quiero.
Me viene a la memoria una frase de Largo Caballero, La clase obrera debe adueñarse del poder político convencida de que la democracia es incompatible con el socialismo.
Pues a eso vamos. A una dictadura socialista. Yo prefiero una libertad democrática, pero entre una dictadora socialista y la dictadura de Franco, me quedo, sin dudarlo, con la segunda. Desgraciadamente algunos partidos políticos están olvidando que todos ellos, derecha e izquierda, aceptaron las reglas del juego democrático. Ahora ¿quién mintió en sus promesas?.