lunes, 24 de noviembre de 2014

OTRO 20 DE NOVIEMBRE

Y este si que es para que no olvidemos los que votamos al Partido Popular. Se trata del año 2011, cuando más de once millones de españoles les dimos la mayoría absoluta al Partido, que ahora nos gobierna y nos gobernará, al menos por un año más. Queda un año para recuperar los más de tres millones de votos perdido, según la opinión pública en las encuestas.
¿Seremos capaces? Debemos serlos, porque no podemos permitir que la propaganda de la izquierda dividida entre dos o tres partidos y el nuevo del mago de la coleta y su pandilla de gafitas, convenzan a los que están sufriendo los efectos de la crisis, del paro y de la corrupción, de que todo es culpa de la derecha, de Rajoy y del PP.
Vamos a recapacitar sin dejarnos llevar por la propaganda de "todos contra el PP" y recordar cómo estábamos y comparar con como estamos. La Ley de la Memoria Histórica nos ha llevado a extremos como buscar la fosa de García Lorca, aunque sea en contra de los deseos de su propia familia, pero no recordar de que la Transición acordó olvidar el pasado para construir el futuro. Ahora se quiere destruir todo lo que hemos avanzado desde entonces, empezando por cambiar la Constitución o incluso terminar con ella, como proponen los nuevos salvadores de la Patria, que no saben lo que es eso, pero si saben encantar al público, que está sufriendo las consecuencias del paro que dejó Zapatero, con sus cantos de sirena. ¿Hay algún español tan estúpido que crea que se le puede dar a cada uno un sueldo mínimo de 1,000 euros, trabaje o no trabaje, bajar los impuestos, salirnos del euro, dejar a Europa, ceder a los independentistas catalanes, cambiar las autonomías por estados federales y sustituir al Rey de todos los españoles por un presidente de la República que podría ser elegido cada cuatro años de un partido diferente y se deba solo a los suyos?. 
Pues todo eso, y más que no dicen, podría pasar si se hace caso de los encantadores cantos de las sirenas que en vez de colas de pez, llevan coletas. Y no precisamente coletas de torero, que también quieren acabar con ellos.
Pedro Sánchez debería distanciarse de Susana Díaz (La Roja) y acercarse algo más a Mariano Rajoy para consensuar una Ley de Transparencia que defina la financiación de los partidos, controle y penalice a los corruptos (que posiblemente los habría, los españoles somos así) y controle las preblendas de los políticos. He tenido ocasión de comprobar personalmente que Rajoy es hombre que escucha, pero sabe que la Ley está para cumplirla. Entre los dos PUEDEN HACERLO.