sábado, 3 de febrero de 2018

EL CID

Anoche, como todas las noches, después de mi cena de bocata (así se dice ahora) y caldo riojano, conecté con 13tv, en busca de mis programas favoritos, "El Casccabel" o "La Marimorena" que nunca puedo ver sin problema a pesar de sintonizar constantemente dicho canal. Patricia decía que era sabotaje de los socialistas, por ser una cadena de derechas. Yo no se si son los socialistas, los comunistas, los pedemistas, Puigdemond, Putin o Tramp, pero lo cierto que todas las noches me tengo que conformar con los debate en "24 horas".
Sorpresa. La 13tv estaba transmitiendo esa vieja y no por eso actual y magnífica película titulada El Cid. No lo dudé, me serví una generosa ración de whisky para que me durara toda la película, ajusté al mínimo de calor el control de la chimenea y me apoltroné en mi butaca dispuesto a no perder detalle. Me pasé de las doce, mi hora habitual de irme a la cama y disfruté hasta la una en que acabó. Me tentó la película que anunciaron a continuación, "Gigante", con nada menos que Elizabeth Taylor, una de mis actrices preferidas, y Rod Hudsom, que a pesar de sus tendencias, era un buen actor. Pero me asustó otras casi tres horas, había calculado muy bien el whisky y  apagué antes de que la Taylor apareciera en la pantalla.
No recuerdo cuantas veces he visto El Cid, pero lo que si recuerdo es la primera vez. Fue en el Motropol de Londres en 1962 poco después de mi llegada al Reino Unido en septiembre de ese año.Se había estrenado en diciembre de 1961 y unas semanas más tarde en el Capitol de Madrid y en el resto del mundo, con un éxito mas que merecido. La vi tres veces en inglés, dos veces con Patricia que era una convencida "fun" de los artistas, y el resto en español. En versión original tiene el atractivo añadido del sonido de la voz de los interpretes. 
Lo que es evidente es que cada vez que la veo, se sacan nuevas e importantes conclusiones, que no han perdido actualidad. La vida de un  guerrero que la da por la Patria. Eso de la Patria puede que suene a franquismo, pero a pesar de eso, para mi sigue vigente, aunque hayan quitado de los cuarteles de la Guardia Civil, el viejo cartel de "Todo por la Patria" y hasta la Cruz de Callosa del Segura, erigida en memoria de "Caídos por Dios y por la Patria".
Don Rodrigo Diaz de Vivar, nos dio unas magistrales lecciones de lealtad a España y a su Rey, de su acatamiento de las Leyes, de su respeto al enemigo, del cumplimiento de compromisos con aliados árabes, de su valentía y nobleza en la contienda, que deberíamos aprender para estos agitados tiempos. Vamos que deberían reestrenar la película en Cataluña, para dar una lección a los separatistas. A lo mejor aprenden algo.
Pero vamos a cambiar de tema. Ya hubo en Sevilla un conato de quitar la estatua del Cid, porque podía ofender a los moros. ¿Qué le parece?. A mi me ha recordado una anécdota de mi hermana de una vez que en la calle San Fernando, junto a la Univeridad (Antes fábrica de Tabacos), una turista le preguntó donde estaba la estatua de Don Rodrigo. Mi hermana como todos los sevillano, siempre la conocido por "la estatua del Cid" y le contestó que no sabía. Después se acordó y todavía se avergüenza de qué pensaría la turista al llegar a la Pasarela, mirar a la derecha y encontrar la famosa estatua de  Don Rodrigo sobre Babieca.
Del final del rodaje, que se realizó en trece lugares de España, en Roma y en la Playa  de Bamburg en Inglaterra, contaban que se había celebrado un banquete con todo el personal que había intervenido en el rodaje. Menéndez Pidal, que había aconsejado al director sobre la autenticidad histórica, estaba sentado al lado de Sofía Loren. Esta comentó el calor que hacia en España, a lo que Don Ramón le contestó que el verano era así, que no había aire acondicionado en aquel local y que la sopa estaba muy cerca de su pecho. Verdad o mentira, tiene gracia viniendo de un señor tan serio, como dicen que era Don Ramón. Pero tenía mucha razón.
Los que no hayan visto la película, deberían verla o al meno leer el "Cantar del mio Cid", que también se pueden aprender mucho.