domingo, 18 de diciembre de 2011

OPEN ALL HOURS

Es una serie de la BBC que se prolongó desde 1973 a 1985, con un total de 26 episodios, a cargo del cómico Ronnie Barker y que alcanzó gran fama y una buena cuota de audiencia. Ronnie Barker comenzó su carreta junto a otro Ronnie, apellidado Colbert, en una serie anterior conocida como "The Two Ronnies", que duró hasta que los dos cómicos se separaron, por razones de las que no tengo idea, y comenzaron a trabajar por separado.
"Open all hours", ¿necesita traducción?, era una "corner shoop" o tienda de la equina, similar a todas las pequeñas tiendas que existen en España, tanto en pueblos como en barrios e incluso centro de ciudades. Más o menos lo que siempre se ha entendido como negocios familiares, aunque en estos tiempos hay ya muchas, o demasiadas, en manos de familias chinas. Tiendas que siempre han tenido su particular periodo de apertura sin ajustarse a las diferentes normativas sobre horarios y en algunos casos, abriendo los domingos.
.En mis años de estudiante en Sevilla, vivía en casa de mi abuela en el Porvenir y a pocos metros del chalet estaba la tienda de Blas. Todavía existe bajo el nombre de Casa Palacios. Dice Antonio Burgos que es la genuina de todas las casas palacio que han surgido en Sevilla. Blas Palacios el fundador no tenia horario. Como tenía un bar en el lateral de la tienda, cuando había que cerrar se cerraba y los clientes entraban del bar a la tienda hasta en domingo. Cuando la Misa se empezó a celebrar en español, olvidando el latín tradicional, la guasa sevillana sacó aquello de que el cura de San Sebastián terminaba la Misas de los domingos con un "La Misa ha terminado, podéis ir a casa de Blas". Por allí pasaban un buen número de feligreses que habían olvidado algo en la compra del sábado o simplemente querían un buen jamón o queso para el aperitivo. Blas murió hace bastantes años y su viuda continuó con el negocio, casándose más tarde que Juanito, el dependiente más antiguo de la casa, que ha estado, siempre sonriente, amable y cordial atendiendo a toda su clientela hasta su muerte hace pocos años. Casa Palacios continua exactamente igual cada vez con más clientela que como el bar es pequeño, toma la calle Porvenir a la hora del aperitivo casi cortando la circulación.
Allá por los años ochenta del siglo pasado (¡que viejo suena!) la Cámara de Comercio de Murcia a través de la de Londres me invitó a dar una charla sobre el comercio británico, su configuración y sus horarios. Tuve que buscar datos y normativas y me encontré con unas tan claras, concisas y liberales totalmente distintas a las complicadas, extensas y restrictivas a que estamos acostumbrado en España. Básicamente los comercios estaban dividido en pequeñas y grandes superficies, catalogados por el número de metros cuadrados que ocuparan. Las pequeñas superficies tenían libertad de horario y las grandes lo normal de nueve de la mañana a cinco de la tarde de lunes a sábado, aunque se les permitían un número de domingos cada año. Ya entonces había "corner shoops"  que abrían 24 horas todos los días de la semana. Una a pocos metros de mi casa, estaba abierta cuando yo salía por las mañanas a las siete y seguía abierta cuando volvía a las ocho o nueve de la noche. A otra más lejos iba los domingos después de Misa, como en el Porvenir a Casa Palacios, a comprar la botella de Rioja, el chorizo o el jamón y el pan recién hecho para la tapita del día. Creo que ahora hay todavía más libertad.
Esperanza Aguirre, que es progresista pero del Partido Popular, tiene un proyecto de ley para liberar el comercio en la Comunidad de Madrid que preside. ¡Enhorabuena Esperanza!, pero ya han empezado las críticas, porque se piensa que va a perjudicar al pequeño comerciante y beneficiar a los grandes comercios. ¿Se imagina usted las tiendas del Corte Inglés abiertas todos los domingos o días de fiesta?. Yo no. Pero si me imagino muchos pequeños comercios familiares que puedan hacerlo. En fin, la Ley dirá lo que tenga que decir y como decía un amigo político: "Si la Ley no sirve, se mejora o se cambia" Espero que sea una buena ley y contribuya, sobre todo, a crear empleo, a ayudar en la crisis y beneficiar al comerciante y a los clientes.