sábado, 22 de julio de 2017

LA MISERICORDIA DE SAN CHEZ

Que no es lo mismo que la misericordia de San Pedro, el discípulo de Jesucristo, que negó tres veces a su maestro. Con ese hay que estar bien, la Iglesia lo tiene como santo y además tiene las llaves del Cielo para que nos deje entrar. O no.
Es otro Pedro, El Guapo, El Empecinado, El Erre que Erre, El Mister No y ahora El Ángel Misericordioso de separatistas, terroristas, criminales y rojos, olvidando olímpicamente a los parados, desahuciados, enfermos y pobres de solemnidad. 
José María Carrascal decía ayer en la tercera de ABC, con el título "La deconstrucción del PSOE", que Sánchez le había quitado al partido la S de socialdemocracia, la O de obrero y la E de español. Se quedaba con la P de Partido. Y aquí viene el peligro, fíjese que Podemos también tiene le P y es el enemigo número 1 de España y del propio Sánchez, que en su obstinada ceguera política y su ambicioso afán de llegar a la Moncloa, ve menos que Pepe Leche. Aquel de mis tiempos de estudiante en Sevilla, se tropezó con un tranvía de los de entonces y se disculpó con "Usted perdone, rubia".
Sánchez en su desesperado afán por encontrar aliados contra Rajoy, ha tenido una entrevista con el lehendacari Urkullo y ha tradado de convencerle con la misericordiosa promesa de "mejorar la situación de los presos de la ETA". ¿Será posible mejorarla?. De la situación de las víctimas ¿Qué? ¿Sabrá él cómo viven en la cárcel los criminales de la ETA?. Pues mire señor Sánchez, aparte de estar encerrado según sus crímenes, esos de la ETA viven mejor que la mayoría de los obreros, cuya O ha eliminado usted de su Partido para no tener que preocuparse de la falta de trabajo o precariedad del mismo. ¿Porque no usa usted el sentido común y colabora con el Gobierno en  seguir sacando España adelante de la situación que negaba su antecesor Zapatero?. Una España más próspera, más unida y más solidaria con dos grandes partidos quizás un día pudiera libremente votarlo como Presidente, sacando votos a Podemos, a I.U. , quizás a Cs. y con algo de suerte, al propio P.P. Pero no cuente conmigo.