domingo, 8 de abril de 2018

UNIÓN EUROPEA DESUNIDA

La unión hace la fuerza, (frase atribuida a Napoleón, probablemente por los franceses) está tomada de una frase en latín del escritor Salustio que fue primero utilizada por la República Holandesa y después en el escudo o como lema nacional por varios países en Europa y América.
Bélgica, cuna del Parlamento Europeo, la utiliza en su escudo desde su Revolución de 1830. Paradógicamente parece que la tiene olvidada y no ha cumplido la euroorden del juez Llanera para la detención y extradición del fugitivo delincuente Puigdemont. Y para colmo, Alemania lo detiene y lo deja en libertad provisional poniendo condiciones para su envío a donde tiene que estar. En una prisión española pendiente del juicio por todos los delitos cometidos que nuestra Justicia pueda probarle.
No entiendo de Leyes mas que, como decía Don Manuel, "nos gusten o no nos gusten, están para cumplirlas y si no sirven, debe de haber una forma para cambiarlas". Tampoco entiendo que dos países democráticos pongan en duda las ordenes de un Juez de otro Estado, miembro de la misma Unión Europea y exijan condiciones para extraditar a un fugitivo de la justicia, que pretende ser un perseguido político, cuando en realidad es un político delincuente que se ha actuado contra la Leyes que debería haber jurado cumplir, o al menos prometido cumplir aunque fuera "por imperativo legal" y no lo ha hecho. Precisamente dos países, Bélgica y Alemania que pueden tener el mismo problema que España tiene con Cataluña.
Bélgica es una Monarquía federal dividida en tres comunidades, tres regiones y cuatro áreas lingüísticas. Las comunidades son la Flamenca, la Francesa y la Germanófona, las regiones, Flandes, Valonia y Bruselas capital y las lenguas, Flamenco, Francés,  Aleman y Bilingüe Francés-Alemán. 
Alemania es una República federal dividida en dieciséis estados federados, conocidos con Länder y tienen la lengua alemana como un solo idioma oficial. El fugitivo Puigdemont fue detenido en el estado más septentrional y quizás en más conflictivo de Schleswig-Holstein, en la frontera con Dinamarca. Ya está en la calle y como es costumbre, dando rueda de prensa, buscando casa, chuleando de su estado, declarándose perseguido político, buscando simpatía y gastando dinero de dudosa procedencia. Y lo peor es que está dando el peligroso ejemplo de cómo un delincuente que quiere romper la unidad de su País, puede campar a su antojo por la Unión Europea. Figúrese usted que pasaría si el ejemplo cunde y aparecen secesionistas por los veintisiete países de la Unión, como el Reino Unido que ya está tramitando la salida. Se acabaría la Unión Europea y tendríamos centenares de pequeños países cada uno con sus Leyes y su lengua como una gran Torre de Babel y una total desunión.
Se pueden estudiar dos soluciones: O la Unión Europea unifica las leyes de todos los países miembros para que todos tengamos los mismos derechos y las mismas obligaciones o se respetan y se acatan las actuales legislaciones de cada uno, devolviendo a los delincuentes a sus respectivos países para que sean juzgados allí, aunque estén acusados de hechos que no sean delito en el país donde intenten esconderse.
Carles Puigdemont debería saber la historia de Lluis Companys que proclamó el Estado Catalán dentro de la República Española, que presidía Manuel Azañas el 6 de octubre de 1934. A las siete de la mañana del día siguiente las tropas del Gobierno Republicano tomaban el Palacio de la Generalitat y arrestaban a Companys, que con varios de sus aliados terminaron entre rejas. 
El final de Companys ya lo saben. Fue indultado en abril de 1936 por el Gobierno del Frente Popular, hizo la Guerra en el ejército republicano, escapó a Francia, lo arrestaron las fuerzas alemanas de ocupación y lo enviaron de vuelta a España para que compareciera ante un Conejo de Guerra, que lo condenó a muerte. Fue ejecutado en el castillo de Muntjuic el 15 de octubre de 1940. Cuatro años y se acabó. Puigdement ha tenido mucha más suerte. Ya no se fusilan a los traidores que, no solo quieren romper la unidad de su país, sino que pretenden también romper la Unidad de Europa. Espremos que los alemanes decidan no soportarlo y extraditarlo a España y acabemos con este continuo ataque a la convivencia unida de todos loe europeos,