Ya pasó el cuarenta de mayo, nos hemos quitado el sayo y sacado del armario la ropa de verano. Todo menos las alpargatas de esparto, que ya, ni se usan ni, se encuentran. En mi juventud, cuando llegaba el verano, íbamos a la tienda de Ramírez para comprar el par de alpargatas que, según el uso que le dieras. duraba para todo el verano y se podían lavar a mano (no había lavadoras), sin que la suela de puro esparto se deshiciera, sino que se endureciera para darle más vida.
Pero los tiempos cambian, que es una barbaridad y ahora se saca poca ropa del armario, porque la del año pasado ya no está de moda y hay que exhibir modelos nuevos y en vez de alpargatas se compran chanclas, con el peligro de que te pisen, que ya lo dice la canción.
Izquierda Unida, su Sindicato Andaluz de Trabajadores y el Salvador de los Andaluces (El Gordillo que manda a los suyos a los supermercados sin dinero y sin Visa, que guarda él para sus gastos) están calentado en ambiente para expropiar fincas. Idea nueva que nunca se le había ocurrido a nadie antes. Claro que ninguno de ellos ha leído las obras del Padre Coloma. Posiblemente porque como era Jesuita, lo tienen en el Índice de Libros Prohibidos por el comunismo internacional.
El Padre Luis Coloma, andaluz nacido en Jerez, en 1851, estudió Derecho en la Universidad de Sevilla y estando trabajando como pasante en Madrid, fue testigo de la Revolución de 1868, llamada la Gloriosa o la Septembrina, con la que se intentó establecer el régimen democrático con Amadeo de Saboya para dar paso a la Primera República. Ningún plan salió bien y Luis Coloma fue uno de los más severos críticos de dicha revolución antes y después de entrar en la Compañía de Jesús.
De esa actitud viene uno de los cuentos, para mi uno de los más acertados por su personal visión de lo que podía ocurrir y que, al cabo de la experiencia de casi 150 años, se ha demostrado veraz.
Contaba en Padre Coloma que un Rey de un país lejano, al darse cuenta de que en su reino había algunos ricos y muchos pobres, decidió confiscar todas las tierra y todo el dinero y repartirlo equitativamente entre todos sus súbditos. Su reino se convirtió en un paraíso donde todos tenían su pedazo de tierra y su dinerito y todos parecían felices. Pero pasó un tiempo y algunos se gastaron alegremente su dinero, mientras otros lo empleaban en cultivar sus tierras sacándoles un buen provecho. Los que gastaron el dinero tuvieron que vender las tierra a los que habían aumentado el dinero. Después de algunos años, la situación volvió a ser la misma: algunos ricos y muchos pobres. La única diferencia es que algunos de los anteriores ricos, ahora eran pobres y algunos de los pobres eran ahora ricos. Creo que es evidente que lo que es necesario para acabar con las luchas de clases, es el dar oportunidades a todos, a sabiendas que unos las aprovecharán y otros no. Lo que es claro y diáfano es que no todos somos iguales y eso no se puede remediar. Siempre habrá ricos y pobres, lo que hay que procurar es que los ricos pongan su dinero a trabajar y paguen los correspondientes impuestos para crear trabajo y ayudar a los que no puedan trabajar. Pero no cabe la menor duda que todos no podemos ser empresarios, directores de banco, carpinteros, médicos o arbalñiles. Lo que si es verdad es que todos nos necesitamos los unos a los otros, cada uno dentro de sus posibilidades.
El socialismo nos ha enseñado muy mal. Nos ha enseñado que el Estado es responsable de todos los ciudadanos y estos se han acostumbrado a que sea así. Los andaluces, sobre todos, se han acostumbrado a vivir del PER, o cualquier otras siglas que le den de comer. Es verdad que los andaluces tenemos fama de alegres, divertidos y poco trabajadores. No es verdad, es solo la fama. Cuando los andaluces salimos de nuestra tierra, trabajamos como el que más. Que se le pregunte a empresarios catalanes, valencianos o vazcos. Que se lo pregunten a empresarios alemanes, franceses o británicos. No se quién inventó el PER y los demás planes que han venido después, pero lo que es evidente es que la mayoría de andaluces, que no se han preocupado de prepararse para otra cosa, han vivido y se han acostumbrado a vivir del Estado. Unos meses trabajo y luego al paro por unos meses más Y si no hay bastante, a hacer algunas chapuzas con dinero en mano.
De esto no se le puede echar la culpa a Rajoy o al Partido Popular. Llevamos treinta y cinco años gobernados por socialistas, que no han hecho más que enriquecerse y comprar votos con el dinero publico siguiendo el "pan y circo" de los romanos, que terminó con su imperio. Andalucía creo que es la región que más dinero ha recibido del Estado Español y de la Comunidad Europea.¿A donde ha ido a parar?. Rubalcaba ha dicho ayer que hace falta una "austeridad responsable" para crear empleo. ¿Ahora se da cuenta de que en España y sobre todo durante treinta y cinco años en Andalucia, han hecho todo lo contrario?-
Parece que vamos por el buen camino, hemos evitado el rescate, que tanto le gustaba a los socialistas y que hubiera sido pan para hoy y hambre para mañana. Se han hecho reformas, que eran absolutamente necesarias, la prima de riego ha bajado y el mercado internacional ha subido. Pero todavía necesitamos otras reformas imprescindibles para ponernos a la altura del resto de nuestros socios europeos. ¿Qué país europeo está dividido en 17 pequeñas naciones de las que algunas ya están pidiendo la independencia? ¿Que país tiene un gobierno central y diecisiete autonómicos? ¿Y el número de diputaciones, foros, mancomunidades, ayuntamientos, pedanías y otras instituciones, creadas y viviendo de los contribuyentes? Ahí queda eso esperando una total reforma que ya se está haciendo imprescindible. Como ha dicho José María Aznar recientemente, el Partido Popular tiene una amplia mayoría para poder acometer todas las reformas necesarias. Sería bueno y deseable que se hicieran con el concenso de las demás fuerzas políticas, pero si no se ponen de acuerdo, allá ellos.
Hasta ahora parece que solo hay voluntad de enfrentamiento. Que está llegando a tal punto de que hace unos días dirigentes del Comité de Empresa de Marcasevilla y dirigentes de IU, como el "Mariscal" (de mariscos) Torrijos, se han permitido insultar en términos sexitas a concejalas del P.P. a la salida del Ayuntamiento de Sevilla. Y a Evelia Rincón y Beltran Pérez increparles con un: "A ver si se muere tu hija". ¿A dónde vamos a llegar? En tiempos de la II República, José Antonio Primo de Rivera dio una sonora y contundente bofetada al General Queipo de Llano, que había insultado a su padre públicamente. Le costó un consejo de guerra junto a su hermano Miguel y Sancho Dávila Fernandez de Celis, que fueron absueltos, mientras José Antonio perdió su grado de Alférez del Ejército. Pero aquello y lo que vino después no se podía consentir y pasó lo que pasó. ¿Volvemos a las andadas? Mejor rectificar a tiempo.
