lunes, 24 de octubre de 2016

ESPRONCEDA Y EL PSOE

José de Espronceda y Bécquer eran los poetas románticos más leídos en mi juventud. Yo era más partidario de Gustavo Adolfo porque de sus verso sacaba material para cortejar a mis pretendidas. Mi buen amigo Pepe González Bejarano, conocido como Pepito el de Salud, prefería Espronceda y alzaba la voz para recitar aquello de: "Con diez cañones por barba..." de la Canción del Pirata, o cambiaba el tono de voz para comenzar con: "Me gusta ver el cielo con negros nubarrones..." de La Desesperación. 
Un verano en que tuve que estudiar algunas asignaturas que me dejaron para septiembre, fastidiando mis vacaciones, le recompuse uno de sus preferidos poemas. "Hojas del árbol caídas,/ juguetes del viento son: / ¡Las ilusiones perdidas / ¡ay! son hojas desprendidas / del árbol del corazón!.". Se lo cambié por "las vacaciones perdidas/ son consecuencias seguidas/ de no saber la lección". Me dijo que mi futuro no era precisamente la poesía. en vista de lo cual, me descanté por la prosa. 
Pero cuando me he enterado del resultado de ayer del Comité Federal, en que brilló, por ausencia, el ex líder del Partido, el señor Pedro Sánchez Pérez-Castejón, no he podido resistir la tentación y enseguida me ha salido otra estrofa, que si no tiene valor literario, si lo tiene político. "Las ambiciones perdidas, son consecuencia seguidas, de tanto decir que no". Si el señor Sánchez hubiera dicho si el día 21 de diciembre, no habría perdido la ilusión política. No hubiera sido Presidente, pero sería ahora el Vicepresidente Primero y tendría ya diez meses de experiencia para poder colmar su ilusión de llegar a Presidente a su debido tiempo. Es joven, tiene tiempo y tiene mucho que aprender. No se puede llegar a presidente de un país así por la buenas, sin experiencia de gobierno, sin  votos suficientes, sin los necesarios escaños y sin npi de política local provincial, nacional o internacional. Para el que no lo sepa, npi significa Ni Puta Idea. 
Y conste que lo siento por los diez meses que hemos perdido de recuperación económica, de creación de empleo y de inversiones, producto de una incertidumbre política sin precedentes. También lo siento por el futuro de un Partido socialista que fue moderado y centrado, que gobernó con sus aciertos y sus errores, que he caído en manos de extremistas radicales que pretenden ocupar su lugar en el arco político para llevar a España a la ruina. Espero que sepan reformarse y recomponerse para ser lo que fue.