martes, 13 de octubre de 2015

ISLAS VÍRGENES Y GIBRALTAR

Las Islas Vírgenes Británicas, parte de Las Bahamas en el Caribe, las ocupó para Inglaterra el Pirata Drake, que era experto en robar el oro de los galeones españoles y en seducir a la Reina Isabel I, para que le diera el título de Sir Francis Drake y según las malas lenguas de la historia, para calentarle la cama.
El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (que no de la lengua Castellana), define la palabra "Virgen", como "María Santísima Madre de Dios", dejando claro que Guillermo Toledo es un blasfemo y Willy un indeseable que debería ser desterrado de España. Pero también da otros significados a la palabra "virgen": como persona que no ha tenido relaciones sexuales, algo puro y libre de mezcla y, refiriéndose a la tierra, que no ha sido arada o cultivada. Así estaban las islas que el pirata ocupó y desvirgó. Hasta el punto que se han convertido en el mayor Paraíso, no para disfrutar de la naturaleza, sino para disfrutar del dinero. En un Paraíso Fiscal donde están registradas 850,000 empresas, que no pagan impuestos y que divididas por los 28,000 habitantes de las islas salen a 30 empresa por persona. Como esto es imposible, demuestra claramente que la inmensa mayoría de esas empresas son de otros países que disfrutan de un verdadero paraíso donde no pagan impuestos, que roban a sus propios países. Mayormente al Reino Unido.
Otro paraíso fiscal es la colonia británica de Gibraltar, que los ingleses se quedaron de acuerdo con el tratado de Utrecht de 1713, después de haber tomado el territorio aprovechando la Guerra de Sucesión española. The rock o Gib, como los ingleses llaman coloquialmente a La Roca, sirvió como puerta de entrada a la invasión musulmana de Yabal-Tariq, que mandaba las fuerza omeyas de Walid I en el año 711. Solo ocho siglos antes de que descubriéramos América. Dice la leyenda que la imponente roca es parte de una de las columnas que Hércules rompió para separar los dos continentes y unir el Mediterraneo con el Atlántico, que no tengo idea de como se llamaban los dos mares en aquellos tiempos míticos. Lo que si viene a cuento es que Gibraltar se ha convertido en otro paraíso fiscal, que también roba impuestos al Reino Unido, que durante más de trescientos años, le ha dado de comer. La Colonia, de algo más de 7 Kms. cuadrados contando con el usurpado istmo que une la roca con el resto de España, da cobijo a unos 30,000 habitantes, principalmente de origen británico y español así como judíos y musulmanes, a los que el humor andaluz les ha dado el nombre de "Llanitos", que viven con una buena renta per cápita gracias al contrabando, el blanqueo de dinero como paraíso fiscal y las empresas allí registradas para evadir impuestos. Mucho más cerca que las Islas Vírgenes y con el visto bueno de la Pérfida Albión, que saca algún provecho de la situación a pesar de que muchas de sus empresa tienen allí su domicilio para evadir los altos impuestos que se pagan en el Reino Unido.
Siendo el responsable de la contabilidad de una empresa de importación de fruta, dependiente de una exportadora española, recibí la visita de un llanito, que enseguida comenzó a hablarme en español con acento andaluz, proponiendo la apertura de una oficina de la empresa en Gibraltar a la que se podían pasar las ganancias para evadir los impuestos y no pagar nada. Por supuesto no aceptamos la propuesta porque, aunque fuera legal, las ganancias servían mejor para ampliar la empresa y cotizar en España.
Tengo que confesar que no tengo idea del beneficio que estos dos paraísos fiscales pueden reportar a la economía británica, para que el Reno Unido permita su existencia. Pero algo habrá cuando se niegan a descolonizar Gibraltar y devolver el territorio a España a la que pertenece.

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