jueves, 22 de agosto de 2013

OTRA VEZ GIBRALTAR XXVI

 
Dije hace unos días, mejor dicho: escribí hace unos días; concretamente el pasado día ocho, que "me gustaría que esta fuera la última vez que tuviera que escribir sobre Gibraltar". Pero no me han dejado las circunstancias y me veo obligado a añadir algo que se me había quedado en el tintero o mejor, en el teclado. Y es que últimamente ha salido la noticia de la solidaridad de la Junta de Andalucía, que da asistencia gratuita en la sanidad pública a los llanitos que no pagan ni un céntimo.
Es Servicio Andaluz de Salud, presume de ser universal y gratuito y por eso, no solo da asistencia para cambiar de sexo, para fertilizar a uniones del mismo género para que las menores puedan abortar y otra lindezas, caras, innecesarias o ilegales, sino que extiende su servicio a los llanitos que acuden a los hospitales o consultorios de la Costa del Sol. Precisamente a esos llanitos que no quieren ser españoles, pero que viven en España aunque tengan su residencia fiscal en al Peñón o vienen solo a aprovecharse de nuestro mejor sistema sanitario. 
Y esto me trae a la memoria un hecho que conté aquí hace algún tiempo. Corría el año 1988 y Don Manuel, a la sazón en el Parlamento Europeo como cabeza de lista de Alianza Popular, visitaba Londres con alguna frecuencia y siempre tenía un rato para una entrevista con el Partido o al menos con su Presidente, que era un servidor. En una de esas ocasiones, un grupo de Embajadores de diversos países, ex compañeros en la Corte de San Jaime, le ofrecieron una comida a la que asistimos algunos de la directiva de la Gestora en Gran Bretaña. Al final de la misma y mientras le daba las gracias a sus ex compañeros, le vino una hemorragia nasal por lo que tuvimos que llevarlo al cercano hospital de Chelsea. Una vez curado y avisada su hija Carmen que le esperaba en el hotel para la reunión de la tarde, Don Manuel se dirigió, cartera en mano, para pagar en la recepción, ante el sombro de la recepcionista que nunca había cobrado un penique o una libra. El comentario de Don Manuel después de garle las gracias y estrecharle la mano, fue: "Great Country", Y tenía mucha razón. Por aquella época hasta los americanos llegaban a Londres a visitar una preciosa ciudad y aprovecharse de una sanidad gratis que incluía hasta los dentistas. 
Pero aquello se acabó y ahora solo tienen asistencia gratuita los ciudadanos de la Unión Europea en correspondencia a la asistencia que el resto de la U.E. presta a los británicos.
Pero los socialistas españoles, especialmente la Junta de Andalucía, tan solidarios ello con el dinero de lo demás, le siguen dando este beneficio a los llanitos que nos toman por tontos y se aprovechan de nosotros y también del Reino Unido para seguir haciendo dinero en un paraíso fiscal y disfrutar de lo mejor de dos mundos.
No quiero decir más. Ahí queda eso. Creo que el camino que está tomando nuestro Gobierno es el correcto, con la Ley en la Mano  y sin dar un paso atrás. Y que vengan todo los inspectores de la U.E. que sean necesario y no paremos hasta que Gibraltar sea español. Y si al señor Picardo (o picarón) no le gusta o no le conviene, que se vaya a vivir al Reino Unido a pagar los mismos impuestos que pagan los británicos. Otra alternativa sería que solicitara la nacionalidad española, a la que tiene derecho por su abuela que fue una republicana exilada después de la Guerra Civil. O sea otra víctima del franquismo como el abuelo de Zapatero. ¿Será por esto por lo que Zapatero dio tanta facilidades a los llanitos? Porque no cabe la menor duda de que este y Felipe Gonzáles son los responsables directos de la situación actual de las relaciones con la Colonia. ¡Basta ya!.
  
 
   


 
       

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