jueves, 25 de marzo de 2010

EL DIA QUE CONOCÍ A MARGARET THATCHER




Era Secretaria de Estado de Educación en el gabinete de Edward Heath, que fue Primer Ministro de 1970 al 74. Juan Castillo era (y espero que lo siga siendo) un buen aficionado al golf y miembro de Finchley Golf Club, uno de los mejores club de golf de Londres que contaba también entre sus miembros a Dennis Thatcher. En el año 1972 nos invitó a la cena baile que todos los clubs británicos organizan cada año. Ocupamos una mesa redonda Juan y Chelo, Paco Perelló y Berta y Pat y yo, cercana a la mesa presidencial donde, como invitada de honor, estaba Margaret Thatcher. Cuando comenzó el baile empezamos a bromear a ver si podíamos sacar a bailar a las tres importantes damas que ocupaban la presidencia. Nos decidimos y lo echamos a suerte. A Juan le tocó la esposa del Capitán del Club, a mi la del Presidente del Club y a Paco el primer premio, que por supuesto era Margaret Thatcher. Bailamos una pieza, posiblemente sería el pasodoble "España Cañí", que era el más popular en aquellos tiempo, y cuando las acompañamos a la mesa tuvimos ocasión de cambiar algunas palabras. A la Secretaria de Educación le planteamos el problema que teníamos con nuestros hijos en las escuelas donde no daban español hasta el punto, que Don Vicente Cañada Blanch había abierto el Colegio Español de Portobello Road y el gobierno de Franco había organizado unas escuelas complementarias con profesores venidos de España, para los hijos de emigrantes españoles que vivieran fuera de Londres. Lo sabía y también sabía la importancia del idioma español en el mundo, pero nos confesó que no podía hacer nada porque, aunque las escuelas tenían la obligación de enseñar al menos un idioma extranjero, cada escuela escogía según la demanda de los padres y alumnos. Entonces el preferente era el francés, seguido del alemán y el italiano, dejando el español en cuarto lugar. Gracias a la diplomacia española, a que ya los británicos no nos consideran del tercer mundo, a que muchos británicos han conocido España en sus vacaciones y a la labor del Instituto Cervantes, el español es ahora el segundo con tendencia a sobrepasar al francés.
A los tres nos pareció una mujer extraordinaria, agradable, segura, inteligente y con la preparación suficiente para llegar más lejos en política. Y llegó. En las elecciones generales de 1979 se convirtió en la primera (y hasta ahora, única) mujer que ocupaba el puesto de Primer Ministro del Reino Unido de Gran Bretaña y Norte de Irlanda. Hasta noviembre de 1990 lideró un Gabinete en el que era la única mujer. (En el Reino Unido no existe ese invento socialista de la cuota de sexos) Así se convirtió en el Primer Ministro de más larga duración del siglo XX.
Años más tarde, en 1993, el que había sido su mano derecha, ocupando bajo su mandato tres ministerios distintos y a quién consideraban su sucesor en el Partido Conservador, Michael Portillo, celebraba su cuarenta cumpleaños en el Club Español de Londres. Michael era hijo de padre español y aparte de hablar el idioma, le gustaba lo español y conocía el Club. Ese mismo día celebrábamos también en el Club, una reunión de la Gestora del Partido Popular el Gran Bretaña que yo presidía y coincidí con Michael, a quién ya conocía, en el vestíbulo, donde estaba recibiendo a sus invitados. Mientras le saludaba, entró el matrimonio Thatcher. Nos presentó y dije que ya nos habíamos conocido anteriormente y donde. Se acordaba perfectamente de la ocasión, cosa que me extrañó y me dejó con la duda de si era verdad o simplemente estaba siendo educada como buena política. Ante mi sorpresa me sacó de dudas preguntándome como iva el asunto de las escuelas de español y se declaró contenta de que el idioma fuera ganando terreno en las escuelas británicas.
Ahora, a sus 85 años, FAES le ha concedido el II Premio de la Libertad por su dilatada trayectoria política defendiendo los valores de la libertad y la democracia.
Se lo merece.¡ Congratulation Mrs Thatcher!.

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