LAS CRUCES

¿A quién ofende esta imagen? No creo que a nadie pueda ofender la imagen de un hombre colgando de una cruz. Mucho menos a los que creemos que el crucificado era nuestro Dios hecho hombre.

Cuando el presidente Aznar y el presidente polaco intentaron introducir en el prologo de la Constitución Europea una sencilla mención a los orígenes cristianos de Europa, los dejaron solos y el presidente Zapatero fue el primero en aprobar dicha Constitución, rechazada por algunos países y todavía no en vigor. Ahora quieren quitar la Cruz de los colegios y lugares públicos. y Zapatero y el PSOE son los primeros en intentarlo. ¿Lo conseguirán? Por supuesto depende de nosotros. Del ochenta por ciento de los españoles que nos declaramos cristianos católicos que no podemos permitir que un veinte por ciento restante sean los que decidan.

Y como para otras muchas cosas, se sacan a relucir los Derechos Humanos. No queremos ofender a un musulmán o a un judío que vaya a una escuela y se encuentre con un crucifijo colgado en una pared. Yo lo veo muy claro. Si el cristianismo les ofenden, que no vengan a un país cristiano.

Yo he visitado países árabes y he respetado sus signos y sus costumbres. En países asiáticos y he respetado sus Budas y he dejado los zapatos a la entrada de los templos. ¿Porque los extranjeros que vienen a nuestro país no pueden hacer lo mismo? Y si vienen a vivir con nosotros, con mucha más razón todavía.

En EE.UU, país amigo ahora de Zapatero, conviven muchas religiones, iglesias católicas, anglicanas, metodistas, protestantes, evanjelistas, mormones, sinagogas, mezquitas, logias masónicas, etc.... Sin embargo el Presidente Obama juró, si, digo juró, su cargo sobre la Biblia y delante de un crucifijo. Francamente no se que religión practica, me da igual, pero dio muestras de respeto a un país mayoritariamente cristiano.

Pero nuestros socialistas no tienen respeto al resto de los españoles, quieren quitarnos nuestros símbolos de siempre, no juran sus cargos, sino que prometen, porque las promesas se rompen y los juramentos, si se rompen, pesan sobre la conciencia. Hay algunos que se declaran católicos, como Bono y tienen un cacao mental tan profundo, que no saben si su religión es política o su política es religión. O sea una de cal y otra de arena y que si al nefasto crimen del aborto.

A ver como acabamos, porque Jesucristo se enojó un día lo suficiente para correr a los mercaderes del templo a latigazos limpios.