Ya sabemos todos cómo se ha solucionado en secuestro de los dos cooperantes, que han llegado ayer a España sanos y salvos. Creo que es un motivo de alegría el ver a dos compatriotas salvados de las garras de unos terroristas al cabo de nueve meses de cautiverio y desde aquí quiero expresarles a ellos, sus familiares y sus compañeros, mi más cordial enhorabuena por el feliz resultado.
La rueda de prensa del Presidente Zapatero para anunciar la buena nueva, fue lo más patético que ha visto en mi vida. Pero nuestro Presidente es así. Le llama rueda de prensa a lo que debería ser un comunicado oficial. En la ruedas de prensa se deja a los periodistas hacer preguntas agradables, desagradables, comprometidas o incontestable. Lo que no se hace nunca es no permitir preguntas. ¿De qué pregunta tenía miedo el Presidente?. Con lo buen mentiroso que ha demostrado ser, estoy seguro de que hubiera salido airoso de las preguntas más difíciles.
Hoy nos enteramos por la prensa de que el secuestro, no solo ha costado la liberación de un terrorista, sino además ocho millones de euros de nuestra vacías arcas. A mi no me duele que el Gobierno se gaste ocho millones de euros en salvar la vida de dos españoles. Aunque sea en tiempos de crisis. Lo que me revuelve es que esos ocho millones de euros hayan ido a engrosar las ya repletas arcas de unos terroristas, para ayudarles a comprar armas, explosivos y reclutar y entrenar sicarios, para seguir extorsionando, secuestrando, asesinando y atacando nuestra civilización.
En diciembre de 2000, gobernando el Partido Popular y a propuesta del Secretario General del Partido Socialista José Luis Rodriguez Zapatero, se firmó el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo, conocido como el Pacto Antiterrorista. Uno de los artículos, quizás el más importante, trata de la no negociación con terroristas. Aznar ya tenía anteriormente asumido que con terroristas no se puede negociar. Prueba de ellos es que en 1997 tuvo que sufrir con gran dolor, el asesinato de Miguel Angel Blanco, por no ceder a las demandas de los terroristas de la ETA. Cuando Zapatero llegó al poder, gracias a los terroristas (islamitas o de ETA, que todavía no está claro), se olvidó del Pacto, que él mismo había propuesto y empezó a negociar con la ETA. Con una debilidad impropia de un Presidente de Gobierno, ha cedido, negociado y sucumbido a todas las demandas de terroristas, piratas, enemigos de España, usurpadores de territorios y nacionalistas-separatistas, con tal de mantenerse en el poder. Todavía nos queda por ver, será dentro de poco, qué demanda de los nacionalistas catalanes y vascos acepta para que le apoyen los presupuestos de 2011. ¿Cuantos millones de euros han ido a financiar Al Quaeda, los piratas somalies, nuestros "amigos" los moros, los sindicatos sudamericanos de izquierda y los concejales afines a la ETA?. No lo se, ni creo que lo sepamos nunca. Pero esa política de ceder en todo me recuerda el espirito de sacrificio de Guzmán el Bueno y, más recientemente, del General Moscardó por no ceder a las demandas del enemigo, sacrificando a sus propios hijos. Pero eso se llama heroísmo y, para que se entienda, cojones. Y nuestro Gobierno carece de ambos.
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