"Cuando la barbas de tu vecino veas pelar, pon las tuya a remojar" es uno de los refranes más largos, que se suele acortar mencionando solo "las barbas del vecino". Todo el mundo entiende lo que quiere decir. En el 2013, con motivo del recate financiero de Chipre, alguien modificó el refran a "Cuando los ahorros de los chipriotas veas merkelear, saca los tuyos del banco y ponlos bajo el sofás". Ojo, merkelear viene de Angela Merkel, que manda en el dinero europeo.
Como consecuencias de los rescates europeos, o mejor quizás, como motivo de que estos se produjeran, ya hubo muchos aprovechados que, en vez de poner su dinero bajo el sofás, o el colchón, como decimos en España, lo llevaron a unos lugares más seguros y rentables, como Andorra, Panamá, Islas caribeñas, Jersey, Suiza u otros de los muchos paraísos fiscales repartidos por el mundo.
España estuvo al borde del rescate, producto de la crisis que Zapatero no quiso reconocer, hasta el punto de mentir ladinamente sobre la situación económica de España, que obligó a Rajoy a unos recortes, para equilibrar la economía que nos había llevado a un desbastador desempleo, y a imponer unas políticas económicas, que nos salvaron del rescate y nos han hecho crecer económicamente y permitir la creación de empleo. Pero no es bastante, falta mucho que hacer y hay que seguir en la misma linea.
Los españoles supieron comprenderlo y por eso le dieron a Rajoy y al Partido Popular una clara mayoría el 20D. Pero los perdedores, y los todos "contra Rajoy", que presumen de demócratas no quisieron reconocerlo. En cualquier país de nuestro entorno, los líderes de Ciudadanos, de Podemos y, sobre todo del PSOE, que consiguió el peor resultado que su partido había tenido en los 137 años de su historia, deberían haber dimitido aquella misma noche. Pero ya saben lo de "Maricón el que dimita".
Y pasó lo que pasó. y volvimos a votar. Y el Partido Popular y Rajoy volvieron a ganar con más amplia, pero no suficiente mayoría, cuando todos los demás volvieron a perder en votos y en escaños. Y otra vez Míster NO, que ya se ha convertido en el mayor traidor de la Historia de España negándose a todo. Tiene suerte de que estamos en el Siglo XXI, porque en el XX, todavía a los traidores a la Patria, les ahorcaban o fusilaban.
Ya sabemos todos lo que han tenido que soportar los que han tenido que ser rescatados, algunos hasta dos veces, pero parece ser que no escarmentamos en cabeza ajena y vamos a tener que poner nuestras barbas a remojar.
El Coleta, que ha estado calladito y sin decir esta boca en mía, ha salido de su reclusión para dejar claro que está muy dispuesto a llegar a un acuerdo con Míster NO, cosa que no pudieron hacer antes y será más difícil o imposible ahora. Pero cuidado. Si llegamos a unas tercera elecciones, nos jugamos mucho. Sin presupuestos para 1017, habrá que acogerse a los de 2016, que no contemplan las exigencias de la Unión Europea sobre el déficit, que no se podrá cumplir, que conlleva una enorme multa y que dejará en muy mala situación a España y sobre todo a las comunidades autónomas, que como siempre será culpa de Rajoy, ya que lo socialistas nunca son culpables. Pero hay algo todavía más terrible.
Si tenemos que ir a unas terceras elecciones, los españoles tenemos que darle al Partido Popular lo votos suficientes para que pueda gobernar con mayoría absoluta. De otra forma, vendrá lo del emigrante que cantaba Juanito Valderrama. "Adios, mi España querida". Tenemos que fijarnos en nuestro vecino, olvidando lo que ha pasado en Italia, Irlanda o Gracia con sus rescates y las consecuencias. Nuestro vecino, Portugal, estaba mejorando su economía con un Gobierno de derechas. Con una moción de censura de los partidos de izquierda han conseguido que esta vuelva a gobernar. El líder socialista, Antonio Costas, con el apoyo de los radicales de izquierda, comenzó a revertir las necesarias reformas que hizo el conservador Pedro Passos Coelho, y que estaban dando resultados satisfactorios, con las consecuencias de que el país se tambalee otra vez. No se cual será el mejor ejemplo. El Portugal de Costas que pretende Sánchez, la Venezuela de Iglesias, o la mezcla de los dos. ¡Que Dios nos coja confesados!
¿Es esto lo que pretende Míster NO? Yo lo veo claro. Si consigue gobernar y derogar todas la reformas que están dando resultados positivos, como tiene prometido, para imponer las suyas que nadie las conoce, porque no las tiene, nos van a "afeitar las barbas" aunque no las tengamos en remojo.
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