Parece que de momento se ha arreglado en problema y los viajeros van llegando a sus destinos. El que llegue. Porque habrá muchos, nunca sabremos cuantos, que habrán cancelado sus viajes de negocio o de placer y perdido tiempo, dinero y confianza.
Ya Pepiño Blanco ha dado públicamente las gracias a todos los afectados por la corrección, educación y calma con que han tomado la situación. Tanto él como Rubalcaba están muy contentos de cómo han resuelto el problema. Con el "Estado de Alarma" y la "Militarización de los servicios", poniendo a un General al mando. Vamos estilo Franco. Pero ¿sabremos algún día la verdad, toda la verdad y solamente la verdad?.
Rubalcaba ya ha dicho que el Presidente, alguna noche sin dormir, ha estado todo el tiempo al tanto del problema y ha dirigido personalmente la solución. Pero todavía no ha dado la cara y hace días que no lo vemos por ninguna parte. ¿Estará Sonsoles dando un concierto de Navidad por algún país amigo?. Ya ha dicho que comparecerá el jueves en el Parlamento. Muy bien, el jueves cuando los afectados por el caos aéreo estén de vuelta a sus trabajos y se les haya pasado un poco el cabreo.
¿Nadie en el Gobierno pudo anticipar lo que podía pasar después del Consejo de Ministros del viernes? Yo creo que si, porque Zapatero canceló el viaje a Argentina, posiblemente por la misma razón que decían de porqué Franco no salia al extranjero: No fuera a ser que al volver le hubieran quitado el puesto.
¿Nadie en el Gobierno pudo anticipar lo que podía pasar después del Consejo de Ministros del viernes? Yo creo que si, porque Zapatero canceló el viaje a Argentina, posiblemente por la misma razón que decían de porqué Franco no salia al extranjero: No fuera a ser que al volver le hubieran quitado el puesto.
Zapatero, no solo ha perdido la confianza de los españoles, de los americanos, de los mercados, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Central Europeo y de la Unión Europea, sino que también la ha perdido de su propio partido. Y hay que preguntarse: ¿Qué espera para dimitir?.
Yo tengo mi opinión. Por muy laico que sea nuestro Presidente, está esperando un milagro que no lo va hacer ni santa Rita, que es la abogada de lo imposible. Piensa que el haber enseñado los dientes (pequeños y poco afilados de Bambi), se ha ganado la simpatía de los españoles. ¿También de los que han visto arruinadas sus merecidas vacaciones? ¿También de los controladores? ¿También de los empleados de las lineas aéreas, de los hoteleros, de las agencias de viajes?. Si alguno tiene algo que agradecerle puede que sean los dueños de la cafeterías de los aeropuertos, que hayan hecho su agosto en diciembre.
Está esperando que Alemania siga su recuperación de la crisis y de un tirón de la economía española.
Está esperando a ver si los jueces condenan a dirigentes del Partido Popular por el caso Gürtel y queda claro y probado que los del PP somos todos unos corruptos.
Está esperando que se olvide el caso Faisan, el caso Bono, el caso Chaves y todos los demás casos que afectan a dirigentes del PSOE.
Está esperando que en las elecciones municipales del próximo mayo, los amarrados al pesebre, los del PER, los de los Planes E, los funcionarios y los jubilados superen los votos del resto de los españoles.
Pero sobre, todo está esperando, que las negociaciónes secretas, ocultas y denegadas por él con la ETA, lleguen a un final feliz con la renuncia a la lucha armada y le permitan presentarse otra vez a la reelección como Presidente y candidato al Nobel de la Paz.
Pero todo esto no se lo cree, ni él, ni su padre, ni su abuelo. Y mientras tanto, hay dudas sobre que España pueda salir en solitario de la crisis y vamos de camino a un rescate clandestino. Y según Gaspar Zarrias , que tiene nombre, pero solo eso, de rey Mago afirma que toda la culpa es del Partido Popular, que está detrás de los controladores. Solo le falta decir que Rajoy se quedó en el aeropuerto de Lanzarote, para hacerse la víctima y disimular.