sábado, 10 de octubre de 2015

VOLANDO CON AVA GARDNER

Anoche me pasé, hasta las 12,30, la hora normal de irme a la cama. Me entretuvo la entrevista en 13 Televisión a Nieves Herrero sobre su novela "Como si no hubiera un mañana", sobre la vida de Ava Gardner. Y usted dirá: ¿Y qué tiene eso que ver con el título, que parece el de una novela de fantasía de cualquier admirador de la actriz.?
Pues mire tiene que ver que puedo presumir, y presumo con orgullo, de haber volado con Ava Gardner. Desde Sevilla a Londres en las dos horas y pico que tardaba el vuelo de Iberia y que tengo que reconocer que se me fueron en "un vuelo", (nunca mejor dicho). Se lo cuento.
Allá por el año 1985 del siglo pasado (que así dicho parece que hace más tiempo) y en un viaje de trabajo a Sevilla al que me acompañó Patricia, estaba con un amigo, exportador de frutas, en el bar del Alfonso XIII, a la vez que Omar Chariff, acompañado de un conocido actor británico, cuyo nombre no recuerdo. A sabiendas de que Patricia era un admiradora del actor y que más tarde íbamos a salir a cenar, la llamé para que viniera a recogerme al hotel y ver quién estaba allí. No me creyó y me pidió que fuera yo a por ella.
Fuimos a cenar a Río Grande y en el comedor nos encontramos que en una mesa cercana, cenaban los dos actores acompañados de una chica. Un camarero nos dijo que estaban rodando una película americana y que cenaban allí con frecuencia con otra artista, Ava Gardner. Patricia quedó sorprendida y feliz cuando al marcharse los tres y pasar por nuestra mesa, Omar me reconoció y nos saludó con un cordial "Buenas noches" en correcto español.
Dos días más tarde el "sorprendido y feliz" fui yo al encontrar a Ava en el avión de vuelta a Londres. Iba sola y con un chándal gris, sin maquillar, pero todavía todo lo guapa y atractiva que puede ser una mujer de sesenta y pico años que "tuvo y retuvo". Creo que ninguno de los pasajeros la reconoció. En cuanto nos avisaron que podíamos quitarnos el cinturón de seguridad y con permiso de mi mujer, me levanté a saludarla. Me presenté como admirador que la había visto muchas veces, años atrás en Sevilla, sobre todo en la Feria y en lo toros y me recibió amigablemente.Al ver que estaba sola y en área de dos asientos, le invité a que nos acompañara a la de tres en la que teníamos uno vacío. Aceptó amablemente y pasamos el resto del viaje charlando de sus aventuras en Sevilla, de sus amigos y hasta de sus borracheras de feria. No voy a descubrir ningún secreto porque hay tanto escrito, bueno y malo, sobre ella, que  no hace falta. Algo que recordaba con algo de nostalgia y que era nuevo para mi, fue cuando nos contó que quiso ser rejoneadora y pasó varios meses en la finca de Angel Peralta entrenando, de lo que tenía buen recuerdo y una cicatriz en la mejilla izquierda de la caída de un caballo. Nos informó de la película llamada "Harem" que había rodado (fue la última de las mucha suyas) en el Castillo de Almodovar del Río para una televisión americana, que pude ver al final de aquel mismo año en la británica y creo que emitió también la esp
añola. Tenía una charla amena, sincera y hasta divertida y lo mismo nos hablaba en inglés como en español. Cuando avisaron que lo pasajeros debían volver a sus asientos para aterrizar, se despidió, estilo español, con dos besos en las mejillas, que me parece que fueron envidiados por algunos de los pasajeros.
Tres años más tarde moría en su casa de Londres, 34 Ennismore Gardens en el corazón del distrito de Kentsington a los 67 años de una intensa vida, en la sola compañía de su ama de llaves, una leal y fiel gallega, que era muy amiga de Pepita Seijo (que también se nos fue) y que nos dijo que sus últimas palabras habían sido. "I am so tired..."- "Estoy tan cansada...". Triste final para una mujer que tuvo a los hombres a sus pies adorándole como una diosa. 
Me han dicho algunos amigos, que esta foto de Patricia tiene algún parecido con ella.
 Usted ¿qué opina?