domingo, 1 de septiembre de 2013

AMAÑOS DE LA JUNTA

; Mientras ayer el Servicio Andaluz de Trincones, llamado: S.A.T.
 solucionaba la vuelta al cole de los chavales necesitados, la Junta cambiaba los criterio para repartir 50 millones de euros para orientar a los parados. Todavía no se han enterado de que los parados no quieren orientación. Lo que quieren es simplemente trabajo. También hubieran podido destinar otro millón para cuadernos y lápices gratis en las escuelas. Total, ¿qué significa un millón más o menos para lo que despilfarran, malgastan y trincan los sindicatos?.
Las ayudas para cursos de formación a los parados no han servido más que para ayudar a los sindicatos, a las empresas creadas por sindicalistas y a los profesores sindicales que los han impartido. Para los trabajadores han sido pan para hoy y hambre para mañana con el consuelo de papel mojado en forma de certificado que no sirve para nada.
En mi pueblo hemos tenido al menos, dos traumáticos ejemplos que todos recordamos. Primero fue un curso de tapizado y restauración de muebles. Vino un experto profesor de Valverde del Camino, nombrado a dedo por quien correspondiera, que dio clases durante una temporada a varios jóvenes. El experto profesor lo era hasta el punto de que al final del curso, se organizó una exposición de los trabajos realizados que mostró que los habían hecho muy bien. Claro que también era experto en levantamiento de peso en barra. De los bares que frecuentaba en sus largos ratos libre. El Ayuntamiento le proporcionó una nave para abrir un taller, para lo que contrató a dos de las chicas que, suponemos, habían sido las mejores. Les pagó el primer mes, la mitad del segundo y desapareció el tercero cerrando el negocio y sin pagar a las chicas lo que les debiera. Creo que consiguió otro chollo en Aracena porque le vi por allí varias veces durante otra corta temporada.
El segundo fue en la fallida fábrica de quesos. Este se dio en la misma fábrica y por personal de la misma. Es de suponer que con ayuda de la Junta como el resto del montaje de la fábrica que se  hizo a base de subvenciones. Contrataron a varia de las mujeres, se supone que seleccionarían  las mejores sin utilizar el dedo, aquello empezó bien, produciendo bueno quesos, pero duró poco tiempo. Los socios se quitaron de en medio al director y al poco tiempo hubo que cerrar la fábrica. Lo que no se sabe es si se acogieron a un ERE como otras muchas.
Hay que decir, que si todo esto ha ocurrido en un pequeño pueblo de la Sierra de Huelva con unos 1,400 habitante y en manos de los socialistas durante veinte años, ¿Qué habrá ocurrido en el resto de Huelva, en Andalucía y en España?, ¿Cuantos millones se habrán tirado inútilmente en formación para trabajadores que después no han encontrado trabajo?.¿Cuantos ayuntamientos, sindicalistas, socialistas y empresarios amigos se habrán beneficiado del dinero público destinado a los trabajadores?. Seguramente ha superado al total de los EREs fraudulentos de la Junta de Andalucía que ahora destina otros 50 millones. Ya lo decía Margaret Thatcher: "Los socialista son expertos en gastarse el dinero de los demás"
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