lunes, 2 de enero de 2012

AÑO NUEVO

Año Nuevo, Vida Nueva, se solía decir en España. En el Reino Unido, se decía, supongo que se sigue diciendo: "New Year resolution", que se refería a esas resoluciones que casi todos tomamos para el nuevo año y muy pocos cumplimos. En definitiva, tiene el mismo sentido que una vida nueva. Yo que he celebrado treinta y cuatro Años Nuevos en aquel país, tomé algunas resoluciones, más o menos importantes, unas las cumplí y otras no. La que nunca he olvidado y la sigo cumpliendo a rajatabla es una que hoy cumple cuarenta años. La de dejar de fumar. Yo empecé a fumar demasiado temprano, tenía doce o trece años y dos o tres amigos que escudábamos en el Colegio de Villasis, volvíamos a nuestras casas en el Barrio de El Porvenir andando y con el dinero del tranvía que ahorrábamos, nos daba para comprar dos cigarrillos a una viejecita que los vendía en un canasto en la calle Sierpes. Como veníamos por el Parque, antes de salir a la Avenida de Borbolla, nos encontramos con un arbusto (nunca supimos como se llamada) cuyas hojas olian a limón y descubrimos que masticándolas se quitaba el olor del tabaco, con lo cual podíamos entrar en casa tranquilamente, sin que nos olieran. Desde entonces y en distintas épocas fumé rubio, negro, en puros, picadura que venía de Cuba y que liaba a mano, o la usaba en pipa. En el Reino Unido fumaba la marca Piccadilly a razón de un paquete o paquete y medio diario. El primer cigarrillo era a las siete y media de la mañana, cuando salía en dirección a la oficina y el último después de la cena en casa.
Tenía la costumbre de arrancar el coche y mientras se calentaba el motor y el encendedor, sacaba el cigarrillo y una vez encendido, ya salía de la cochera. Al día siguiente de la "New Year resolution", llegue a sacar el cigarrillo del paquete, reaccioné a tiempo y volví a meterlo en el paquete, que fue a parar al guantero y allí estuvo hasta que un día un vecino, que estaba lavando el coche, me pidió si tenía un cigarrillo porque no podía ir al estanco hasta que terminara.Le conté mi resolución y le regalé el paquete que estaba casi completo
 No volví a probar el tabaco, vamos, ni borracho. Entonces noté que mi sentido del olfato se había desarrollado hasta el punto de que podía oler mejor y ya me molestaba el olor del tabaco. Me sigue molestando, por eso cuando el Gobierno promulgó la Ley Antitabaco me pareció muy bien. Daba libertad a los dueños de bares y restaurantes a los fumadores y a los no fumadores y protegía a los menores y mayores del humo nocivo. Por eso escogía bares o restaurante donde no se permitía fumar y evitaba los que si lo permitían.Todos contentos,
Pero el Gobierno socialista, quiso enmendar la Ley y, como cuando enmendó la Ley del Aborto, metió la pata y bien metida. No se que hará el nuevo Gobierno; a Rajoy le gustan los puros, pero yo si estoy a favor de la primera ley, que da opciones al personal de escoger el lugar público que más le guste: lleno de humo o de aire limpio. 
Hoy voy a tomar una seria resolución: Olvidarme de Zapatero, Rubalcaba y Pepiño Blanco, al menos por ahora. Ya han pagado su incompetencia política en las urnas, y como decía Aznar del Gobierno de Felipe González: Si hay responsabilidades penales, allá los jueces. Pero mi resulución no dice nada de Pepe Griñán; este todavía no ha pagado su incompetencia política en las urnas y perece que también debe pagar por algunas o varias  irregularidades monetarias. Lo de las urnas podemos hacer que lo pague en Marzo, aunque todavía no sepamos qué día. Lo del dinero, allá los jueces que están dedicados a ello. Así que FELIZ AÑO NUEVO.