Hoy es un día grande en mi pueblo. Se celebra la Cabalgata de Reyes Magos que tres amigos iniciaron en 1918, un año más tarde de la primera Cabalgata que se celebró en Sevilla.
Desde esta mañana están sonando los cohetes anunciadores de algo que ya no necesita anuncio. Pero a los españoles no gustan los ruidos y disfrutamos con el de la pólvora. En los últimos días han caído unos cuentos litros de lluvia que han venido muy bien para el campo y hoy ya está intentando salir el sol que, según anuncian, nos acompañará en resto de día. No nos calentará mucho, pero ya estamos acostumbrados al frio de las noches de Reyes.
El frio me trae a la memoria un invento casero que ideé la segunda vez que hice de Melchor allá por los años cuarenta de siglo pasado. ¡Que lejos suena eso!. Salíamos los Reyes a caballo, no había tantos camiones en el pueblo, y el primer año pasé un frio de narices, entre el recorrido, la entrega de juguetes y la vuelta al sitio de salida. Mientras repartíamos los juguetes, la Guardia Real a caballo, esperaba a la puerta del Bar Chispa y se ponían morados de Soberano. Al año siguiente me busqué una petaca, la llené de brandy jerezano, la coloqué en el bolsillo superior de la camisa y con una gomita por debajo de la barba podía ir tomando pequeños sorbitos que me entonaban la temperatura. Lo malo fue que se acabó la calefacción antes del reparto de los juguetes y no hubo forma de rellenar el pequeño depósito.
En aquellos años, las coronas eran hereditarias. Pasaba, junto con el resto de los trajes, barbas y zapatos, de padres a hijos y de estos a hermanos u otros familiares. Así fueron coronados Reyes mi hermanos Marcos, José María y Paco y de este volvió a mi padre, que habiendo sido uno de los tres primeros, quiso volver a recobrar la corona casi al final de su vida.
Todo ha cambiado de tal forma, que ahora hay lista de espera para poder ser Rey, a pesar de que el serlo creo que sale por un ojo de la cara y parte del otro entre el traje, la carroza y los caramelos. Pero la monarquía parece que está asegurada por años venideros.
El pueblo se está llenando de gente y mi calle ya está llena de coches, los bares de clientes y alguna tiendas abierta para aprovechar con los visitantes. Hoy puede que la cifra de 30,000 habitantes, que hasta ahora es record, sea superada ya que tenemos la ventaja de que es domingo. y todo los medios avisan de que no va a llover. Esperamos que así sea.
Una última reflexión. Visto que en cada pueblo de la sierra de Huelva, no digamos en pueblos, ciudades y barrios de España. que aparecen todas casi al mismo tiempo, ¿Cómo le explicamos a nuestros nietos que Melchor, Gaspar y Baltasar , son tan buenos Magos, que multiplican hasta el infinito su don de la ubicuidad.?
Un aviso a los que no vengan hoy: La página web del Ayuntamiento publicará en unos días el video de HTV, que podrán ver tranquilamente en su casa. No se lo pierdan.