Eso dice el conocido refrán español, que los ingleses han traducido por "new year resolution", que viene a decir lo mismo. O sea, que algo hay que cambiar. Y creo que tengo muy poco que cambiar, porque siendo ya perro viejo, no ceo que pueda cambiar nada, aunque me gustaría que otros cambiaran muchas cosas.
Por ejemplos:
Que mi partido sacara pecho de una vez y no se dejara llevar por los cantos de sirena de los de fuera y alguno de los de dentro y aprobara de una vez la nueva Ley del Aborto, que la gran mayoría de los españoles estamos esperando.
Que la oposición dejara el continuo acoso, con intento de derribo, del Gobierno y colaborara en cosas tan importante como el empleo, el terrorismo, la unidad de España y la igualdad de los españoles.
Que todos los partidos consensuaran una ley de partidos, la financiación de ellos mismos, la transparencia de sus cuentas y la honradez de sus cargos.
Que resucitáramos a Montesquieu para conseguir una separación de poderes efectiva y para siempre, que no devuelva la confianza en la Justicia.
Que los sindicatos se dedicaran a defender a los trabajadores y no a hacer política contra el P.P., sin recibir un céntimo del erario público, sino de sus propios afiliados.
Que dejen a la Juez Alaya terminar con la corrupción de la Junta de Andalucía, el PSOE, IU, UGT, CC.OO, SAT y todos los que hayan metido la pata y, sobre todo, las manos.
Que nuestra nueva Presidenta cumpla los que ha dicho y sea capaz de renovar el Partido Socialista.
Que la nueva secretaria de UGT-S se baje del extremismo y deje de llamar fascistas a los que somos de derecha, porque algún, día no muy lejano, tendrá que negociar con la derecha gobernando en Andalucía.
Y todavía faltan muchos "QUE", pero me voy a quedar aquí.
Solo pedir a Dios que el nuevo año nos traiga Paz, Salud y Prosperidad.