ABC publicaba ayer esta encuesta efectuada en estos tumultuosos días primeros de octubre, distorsionados por los acontecimientos en Cataluña. Pero merece un profundo análisis por las tendencias que muestra, de desembocar en un cuatripartidismo en sustitución del bipartidismo que hasta hace poco se ha ido alternando en el poder.
En los cuarenta años de democracia, dos partido, uno de derechas y otro de izquierda han gobernado España, con errores y aciertos, y se han alternado como debe ser. El panorama ha cambiado. Por razones que todos conocemos, principalmente la corrupción en los dos principales partidos, y también el carácter e idiosincrasia de los españoles han surgido otros dos partidos. Uno de ellos, Ciudadanos se considera de centro derecha. Ahí ya estaba el Partido Popular desde que era Alianza Popular. El otro, Podemos se declara de izquierda, donde ya estaba el Partido socialista, pero en realidad ha demostrado que es un partido de izquierda radical, comunista total. El resto de los partidos (demasiados), no tiene ninguna relevancia más que para incordiar. ERC (Izquierda Republicana Catalana, Dil (Democracia y Libertad) y PNV (Partido Nacionalista Vasco), nacionalistas los tres, siguen en la lista de la última encuesta. Pero ninguno de ellos puede de ninguna manera llegar al Gobierno de España, con la única posibilidad de ayudar a alguno de los grandes. Así que vamos a hablar solo de los cuatro primeros.
PP y Cs, los dos grades de centro derecha unidos tenían 169 escaños en la encuesta de junio 2016, 172 en septiembre y 183 en octubre 2017. Tendría actualmente mayoría absoluta. La diferencia entre uno y otro es que el PP ha bajado en intención de votos de 137 escaños a 125 y Cs ha subido de 32 a 58. Uno baja 12 y el otro sube 26. Pero es evidente que el centro derecha sube 14 escaños y que visto, lo que estamos viendo podrían formar una coalición.
PSOE y Podemos han bajado de 156 a 141, o sea un total de15 , casi lo que suben los otros dos. Pero hay que notar que PSOE ha subido de 85 a 86, mientras Podemos ha perdido de 71 a 55, un total de 16. Consecuencia de que el extremismo de Podemos no cala en el electorado español.
Para resumir, que ya son muchas cifras, que el centro-derecha gana 14 escaño y las dos izquierdas pierden 15. La buena noticia es que el PSOE algo, pro Podemos pierde más. La mala es que Podemos pretende, desde el principio, sustituir al PSOE y representar a una izquierda radical que los españoles no queremos.
La pelota está en el tejado del PSOE, que con Sánchez, se uniría con el diablo con tal de llegar a la Moncloa, sin darse cuenta de que destruiría a un partido, que con aciertos de González y desaciertos de Zapatero, ha sido un partido de Gobierno.
Dejándonos de extremismos, que no conducen a ninguna parte, lo ideal sería un PSOE centrado y un PP centrado a quienes, cuando fuera necesario, podría ayudar un Ciudadanos moderado.
Y hasta mañana que en el Parlamento Catalán va a comenzar la comparecencia de Puigdemont y no quiero perdermela.