A uno de mis lectores no le ha gustado lo del "rojo" de ayer y no ha tardado en largarme unos piropos, como "tonto", "ladrona",(en cualquier caso sería "ladrón"), "sinvergüenza" y "engendro". También se ensaña con mi padre (qepd) que siendo alcalde "ejecutaba a presos políticos". El señor "Anónimo" debería saber que mi padre fue alcalde de la República de 1933 a Febrero de 1936. La Guerra Civil comenzó ese año el 18 de Julio y volvió a ser Alcalde desde 1938 hasta su fallecimiento en 1963 . El asesinato del exalcalde conocido como Zacarias fue en Noviembre de 1936 y el fusilamiento de las llamadas "25 Rosas de Zufre", cuyos restos reposan en el Cementerio antiguo, fue en Noviembre de1937. Debe tener usted muy mala memoria histórica, si vivió aquella terrible época, además de poco respeto a los muertos o se lo han contado muy mal. Otra cosa. ¿cuando me ha visto usted llorar por un muerto? No suelo llorar por los muerto, incluso los más cercanos, porque creo que Dios se los lleva a una vida mejor. Por supuesto, si siento muy profundamente la pérdida de los seres queridos. A Fraga le conocí cuando era embajador en Londres y nos unió hasta su muerte, una buena amistad. España perdió un gran político y un mejor hombre.
Pero íbamos a hablar de colores, de los que se visten las flores en la primavera, que me recuerda una vieja canción de ese título que se le cantaba a nuestra Patrona. Lo del rojo no me lo he inventado, han sido los socialistas los que han escogido ese color como enseña, Zaparero se declaró rojo y Susana Díaz también, así que nadie se ofenda. Yo si podría ofenderme por la manipulación que los socialistas han hecho del azul, que es el color escogido por mi Partido. Me refiero al tono azulado que le dieron a los sobres con la correspondiente papeleta de voto que repartieron casa por casa. Legal o no legal, That is the question, la Junta Electoral lo ha aceptado. Pues vale. Pero los votantes deberían haberse dado cuenta de que era un burdo truco para ir contando cuantos sobres azulados entraban en las urnas y quién era el votante. A partir de eso se puede dividir el pueblo entre los votantes socialistas y los otros, con lo que voto deja de ser secreto. Yo estuve a punto de meter la papeleta del PP en el sobre que me dejaron los socialistas, pero pensé que nunca se podrían creer que votaba por ellos.
Haría falta una buena campaña para concienciar a los ciudadanos a que cojan su papeleta oficial en el colegio electoral, la doblen en cuatro partes y la depositen directamente en la urna sin necesidad de sobre. Ahorrariamos un buen dinero al Estado y a los Partidos, que imprimen sus papeletas en distintos tipos de letra que las oficiales, y le daríamos una alegría a los ecologistas contrarios a la corta de árboles para fabricar papel. Además se podría ahorrar tiempo en el recuento al no tener que abrir el sobre. Y hablando de sobres, cabe mencionar el caso de un votante que descubrió el secreto de su voto. Se le ocurrió cerrar su sobre con una tira de celo, que vieron todos los de la mesa. Costó trabajo abrir el sobre y muy poco trabajo recordar al votante. Quédese con las ganas, pero no voy a descubrir al votante ni a quién votó.