Esta mañana hemos tenido la visita del candidato por Huelva a la Junta de Andalucía, Manuel Andrés González. Venía acompañado de Guillermo García de Longoria y María del Mar Martín Florido, número tres y cinco respectivamente de la lista que tenemos que votar el próximo día veintidós si queremos salir de los 33 años del régimen socialista. que ha puesto a nuestra Comunidad a la cola de todo y a la cabeza del paro.
Manuel Andrés es actual Presidente del Partido Popular de Huelva y Diputado de la Junta de Andalucía desde Marzo del 2012 en la que ostenta el cargo de Secretario Segundo. De 45 años y abogado está en política desde las NN.GG del Partido Popular, fue Concejal del Ayuntamiento de Lepe en 1995 y Alcalde en el 2003 con los votos de Partido Popular y el Partido Andalucista. No lo haría mal porque en el 2007 alcanzó la mayoría absoluta, que revalidó en el 2011. En Octubre del 2013 presentó su renuncia a la Alcaldía por la Ley de Incompatibilidad de Cargos.
Guillermo José Garcia de Longoria, Willy para los amigos, de 33 años, es Licenciado en Ciencias de la Comunicación. Es actualmente Diputado Provincial y Portavoz del PP en la de Huelva desde 2011. Comenzó en el PP como Jefe del Gabinete de Prensa allá por el 2000 y después Secretario General del Partido y Concejal Portavoz en el Ayuntamiento. Como Diputado Provincial tiene la responsabilidad de Relaciones con la Provincia que conoce y se ha pateado de punta a punta. Como tercero de la lista, tiene posibilidades de ser Diputado autonómico si le damos suficientes votos.
Manuel Andrés nos trajo una buena noticia. Nuestra prioridad es "Un médico y ambulancia 24 horas para todos los pueblos".
Y esto me trae a la memoria un recuerdo de mi juventud.
Allá por los años cincuenta del siglo pasado, había en Higuera tres médicos: Don Antonio Bolaños, Don Domingo Fal y Don José María Álvarez y una practicanta y matrona, Doña María Mayoral. Claro que también había unos 2,000 habitantes. Nunca faltaba asistencia ya que los médicos se ponían de acuerdo si salían de viaje por unas horas o varios días. Doña María no solía salir de viaje. Por supuesto no había ambulancia y solo había dos taxis y varios coches privados que pudieran llevar a Sevilla, los casos más urgentes. El que entonces tenía mi padre, que era el Alcalde (los amigos le llamaban "alcalde perpetuo") hizo de ambulancia varias veces y hubo un caso de una señora con problema de parto, que dio a luz en el asiento de atrás y a la puerta del hospital con la correspondiente asistencia médica. Menos mal que el coche era de siete plazas, con sitio suficiente para la madre, médico y enfermera.
Años más tarde, ya en democracia y con alcalde de Alianza Popular, el Ayuntamiento compró una ambulancia con aportación voluntaria de los vecinos, que yo nunca vi ya que estaba en el Reino Unido. Tampoco la vi a mi vuelta en 1996, porque el Ayuntamiento ya estaba en mano de los socialistas y la habían vendido. Mis vecinos deben recordarlo, porque fue algo difícil de olvidar.
¿Cuanto dinero nos cuesta ahora en taxis o en gasolina el desplazamiento a Aracena, Riotinto o Huelva a consultas o tratamientos? ¿Cuantas horas les cuesta a los pacientes que no tengan coche o no puedan costear un taxi los desplazamientos en ambulancia colectiva? Pues ya lo saben. Recuerden a quién deben votar.