En los años posteriores a la Guerra Civil y como reacción a los ataques que la Iglesia Católica había sufrido antes y durante ella, había unos carteles en los bares y algunos lugares públicos que prohibían la blasfemia. Aquello desapareció con los años y la mejor educación, hasta el punto, que recuerdo, hace unos siete años, que llamé la atención a un chaval quinceañeros por blasfemar y me reconoció sinceramente que no sabía qué era eso de blasfemar. Puede haber gente que lo haga involuntariamente, pero, en su ataque permanente a la Iglesia, se están multiplicando los actos de sacrilegio y las blasfemias más exacerbadas y ofensivas que podamos imaginar.
La noticia y la foto que ayer publicaba ABC habla por si sola y habría que preguntarse: ¿Cómo el Gobierno permite esa clase de manifestaciones blasfemas?, ¿Donde está el respeto a las creencias religiosas de los ciudadanos?, ¿Donde el talante y el dialogo?, ¿Para qué sirve la Alianza de Civilizaciones?, ¿Es necesario ofender con ese cartel para celebrar el Día Internacional del Sida?.
Y para colmo viene promovido por las Juventudes Socialistas. Si es así como piensan y actúan las JJ.SS, veremos como acabamos. Conviene recordar que Santiago Carrillo comenzó su carrera política en esas Juventudes y acabó militante comunista y responsable del asesinato de unos cuantos de miles de ciudadanos en Paracuellos, por el simple y grave delito de ser católicos e ir a Misa los domingos. Carrillo aceptó muy gustoso la Ley de Amnistía durante la Transición, pero todavía, que yo sepa, no ha pedido publico perdón por sus crímenes. Los españoles nos hemos vuelto tan condescendientes, blandos, comprensivos y estúpidos, que el Ayuntamiento de Gijón le ha nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad. ¿Cómo se puede permitir semejante infamia?.
Yo tengo cada vez más claro, que Zapatero, con su talante y su diálogo, está tratando de promover otra guerra civil para ver si la ganan los suyos en memoria de su abuelo.
Y el resto de los españoles, ese ochenta por ciento que se declaran católicos, ¿qué estamos haciendo?, ¿Aguantarnos como corderos camino del matadero?.
En Estados Unidos de América hay también una campaña contra la Iglesia Católica que va en la misma dirección. La Universidad de Columbía ha organizado una representación de Navidad, en la que la Virgen María solicita sexo. Eso si, "sexo seguro". La organización católica "América Need Fátima" lo viene denunciando y pidiendo que se envíen mensajes a las autoridades de la Universidad condenando esa actitud permisiva.
El Cristianismo viene sufriendo ataques desde sus comienzos. Mártires dejados morir colgados de cruces como Jesucristo o pasto de los leones para divertimiento de los romanos. Pero aquellos eran tiempo crueles y salvajes que los cristianos supieron resistir con coraje y valentía. Nosotros tenemos otros medios más modernos de propia defensa de nuestras creencias. Ya hemos puesto muchas veces la otra mejilla y va siendo hora de que reaccionemos, con todos los medios legales y permitidos ante tantos ataques. Por supuesto, la Iglesia sobrevivirá.
La noticia y la foto que ayer publicaba ABC habla por si sola y habría que preguntarse: ¿Cómo el Gobierno permite esa clase de manifestaciones blasfemas?, ¿Donde está el respeto a las creencias religiosas de los ciudadanos?, ¿Donde el talante y el dialogo?, ¿Para qué sirve la Alianza de Civilizaciones?, ¿Es necesario ofender con ese cartel para celebrar el Día Internacional del Sida?.
Y para colmo viene promovido por las Juventudes Socialistas. Si es así como piensan y actúan las JJ.SS, veremos como acabamos. Conviene recordar que Santiago Carrillo comenzó su carrera política en esas Juventudes y acabó militante comunista y responsable del asesinato de unos cuantos de miles de ciudadanos en Paracuellos, por el simple y grave delito de ser católicos e ir a Misa los domingos. Carrillo aceptó muy gustoso la Ley de Amnistía durante la Transición, pero todavía, que yo sepa, no ha pedido publico perdón por sus crímenes. Los españoles nos hemos vuelto tan condescendientes, blandos, comprensivos y estúpidos, que el Ayuntamiento de Gijón le ha nombrado Hijo Adoptivo de la ciudad. ¿Cómo se puede permitir semejante infamia?.
Yo tengo cada vez más claro, que Zapatero, con su talante y su diálogo, está tratando de promover otra guerra civil para ver si la ganan los suyos en memoria de su abuelo.
Y el resto de los españoles, ese ochenta por ciento que se declaran católicos, ¿qué estamos haciendo?, ¿Aguantarnos como corderos camino del matadero?.
En Estados Unidos de América hay también una campaña contra la Iglesia Católica que va en la misma dirección. La Universidad de Columbía ha organizado una representación de Navidad, en la que la Virgen María solicita sexo. Eso si, "sexo seguro". La organización católica "América Need Fátima" lo viene denunciando y pidiendo que se envíen mensajes a las autoridades de la Universidad condenando esa actitud permisiva.
El Cristianismo viene sufriendo ataques desde sus comienzos. Mártires dejados morir colgados de cruces como Jesucristo o pasto de los leones para divertimiento de los romanos. Pero aquellos eran tiempo crueles y salvajes que los cristianos supieron resistir con coraje y valentía. Nosotros tenemos otros medios más modernos de propia defensa de nuestras creencias. Ya hemos puesto muchas veces la otra mejilla y va siendo hora de que reaccionemos, con todos los medios legales y permitidos ante tantos ataques. Por supuesto, la Iglesia sobrevivirá.