martes, 24 de mayo de 2016

LOS INVENTOS DEL T B O

Los que ya sabíamos leer allá por los años cuarenta del pasado siglo, recordamos la más popular revista infantil de aquellos años, llamada T B O. que comprábamos semanalmente. A mi me llamaba especialmente la atención, la página dedicada a los inventos. Los inventos del Profesor Franz de Copenhague, los más estrafalarios, incribles e ingeniosos, muchos de los cuales han llegado, años después, a convertirse en realidad, demostrando que el ingenio humano se adelanta a los tiempos. Otros ejemplos pueden ser los dibujos de aparatos voladores de Leonardo da Vinci o las novelas de Julio Verne. 
Había algunos inventos tan inverosímiles como Huevos con cascara de cristal, Coche salta vallas o Dispositivo para hacer vino con zapatos viejos. Otros, como Melones cuadrados, que se han llevado hace pocos años a convertirse en una realidad. Tengo que confesar que hace más de treinta años, me apropié de ese invento en un viaje a Alicante con el comprador de Frutas de un importante supermercado británico. Lo he contado ya anteriormente, pero no tenía tantos lectores como ahora. Así que lo voy a contar otra vez.
Las exigencias del comprador eran tantas, que francamente me tenían un poco harto de repetirle que el color, el tamaño, el sabor y la madurez del melón, no dependía del hombre, sino de tiempo, seco, húmedo, soleado, frío o caluroso, sobre el que no tenemos control. Cuando se empeñó en que quería cinco melone de un kilo cada uno en cada caja, me acordé del invento de Melones cuadrados y se me ocurrió decirle que se estaba experimentando el sistema para producir melones del exacto tamaño deseado, pero que de momento resultaba demasiado caro. Me sorprendió insistiendo en que le gustaría estudiar el costo. No tuve más remedio que confesarle que era una broma. Años después, jubilado y ya en España, leí un artículo sobre un invento japonés de producir melones cuadrados, dejándole crecer dentro de un sólido molde del tamaño y forma deseada. El precio resultaba exorbitante, no solo para el "Club del Gourmet" del Corte Inglés, sino para el "Fortnum & Mason" londinense.
Hoy leo en ABC el nuevo invento, no del TBO, sino de la señora Carmena, alcaldesa de Madrid, que no contenta con su invento de hacer que las madres limpien los colegios, y el resto de pamplinas que se le han ocurrido hasta ahora, se ha sacado de la manga un artilugio llamado: "Colillómetro", que sirve para votar por el simple método de echar colillas de cigarrillos en el compartimiento correspondiente. Puede ser un magnífico método para evitar que las colillas de tabaco o porros ensucien las calles de Madrid. Se está haciendo la prueba con la pregunta de ¿Quién ganará el partido del próximo domingo?. Pues ya sabemos fijo que ganará un equipo madrileño, merengues o colchoneros, pero la gloria será para la capital de España. De la misma manera que la Copa del Rey fue para un equipo español, aunque algunos no quieran ser españoles. Allí no se votó con colillas,sino con la intensidad de los pitos y los Viva España. Ganó el Barcelona, pero perdieron los pitos.