Cameron también da entrevistas en tren
Anoche le tocó a Rajoy. Antonio Jiménez le hizo una entrevista en el Ave, que los llevaba de Madrid a Zaragoza, desde donde el candidato del Partido Popular se trasladaría a Tudela para un mitin electoral. La grabación se emitió en el programa el Cascabel, al final del cual el 73% de los que respondieron a la pregunta de la noche, contestaron que votarían a Rajoy. ¿Vio usted el programa?, Pues no sabe lo que se perdió.
Se perdió usted las preguntas, algunas algo comprometidas del entrevistador y las respuestas comedida, certeras y responsables del entrevistado. Sin descalificaciones de sus adversarios, de los que dió su sincera y certera opinión, sin despreciarlos, como hacen otros.
Rajoy, cuando yo le conocí en una entrevista en Génova 13, siendo yo presidente de la Gestora de Gran Bretaña, me pareció un hombre tranquilo, sosegado, que escucha, responde y da acertadas y sensatas soluciones a los problemas que se pueden solucionar. De esto han pasado más de veinte años. Creo que sigue igual. Creo que puede gobernar en solitario, pactando puntualmente con cualquiera para seguir adelante los avances conseguidos hasta ahora. Porque ya parece evidente que será el ganador de las elecciones.
Jordi Sevilla, Licenciado en Economía y ex Ministro de Administraciones Públicas, se sacó ayer de la manga que "debe gobernar el que más apoyo parlamentario consiga". ¿Que quiere?, ¿Poner palos en las ruedas?. Porque según las encuestas, para eso necesitarán la ayuda de Podemos y Ciudadanos y Sánchez dijo muy claro en el debate que no pactaría con el Podemos que quiere romper España. ¿A quién creemos?, porque lo que pretende Sánchez es precisamente romper España cambiando el sistema autonómico por el federal. Debería leer algo de Historia para que se entere de cómo acabaron los estados y cantones federales de la Primera República. Y España no está para aventuras o experimentos peligrosos.
Rajoy sabe perfectamente lo que España necesita y tiene la moderación, el aplomo y la capacidad para continuar con sus planes y continuar con la recuperación económica y todo lo que ella conlleva. No podemos volver atrás. Y Rajoy lo sabe muy bien. Algo así como su contestación a la pregunta de que si volvería a subir a un helicóptero. Un no rotundo y la afirmación de que no había vuelto a hacerlo. Lo que sale mal una vez es estúpido hacerlo de nuevo.
La solución la tenemos en nuestras manos. Si más de once millones de españoles le dimos nuestro voto en el 2011, ¿porque no dárselo otra vez?. Ante el emperramiento de "todos contra él", la mejor solución es "todos con él".