Como se ha puesto de moda, el declarar el día que sigue a una fiesta "Dia de Resaca", ayer lunes, 4 de junio, lo fue para nuestro nuevo Presidente. En los años cincuentas del pasado siglo. no había días de resacas. Cada uno se aguantaba la suya o utilizaba el mejor antídoto contra ellas, que era el beber con moderación y no mesclar bebidas diferentes. Claro está que algunas vece nos pasábamos, que es peor, según decía Muñoz Seca, sobre el juego de las siete y media, en la "Venganza de Don Mendo"
Una de las pasadas era la Sangría de San Antonio. Todavía nadie me ha explicado porqué llamamos "sangría" a una bebida hecha con vino blanco. En aquellos tiempos la fiesta terminaba como máximo a la una de la madrugada y nuestro grupo de amigos pasábamos el resto de la noche, hasta el amanecer dando serenatas a la chicas amigas. Hasta las ocho de la mañana, que acudíamos al bar de Carmona a despedir a los veraneantes que dejando aquí a sus familias, volvían a sus trabajos en Sevilla.
Cada uno se curaba la resaca como podía. Los que estaban de vacaciones, durmiendo. Los que trabajaban en el campo, en sus labores o durmiendo bajo una encina o un olivo. Antonio Ramirez y el que escribe, trabajando al olor de las telas o del aguardiente.
No tengo idea de como pasaría el día de ayer nuestro nuevo Presidente. No creo que tuviera tiempo de descansar después de la fiesta de celebración del éxito de su "golpe de estado legal". Así le llamo yo y creo que muchos españoles más, a una moción de censura, que aunque legal según nuestra Constitución, no deja de ser un duro golpe al Estado Español. No se trata de poner fin a una caótica situación de la Nación por la ineficacia de un Gobierno que no sabe gobernar. Sino la venganza personal contra un Presidente que, no solamente está sacando a España de la crisis (vean los datos del paro publicados ayer), sino que ha ganado tres elecciones al partido socialista con el voto de los españoles. ¿Usted que me lee, ha votado al señor Sánchez? Ni yo tampoco.
No le han votado más que 180 diputados (los 84 socialista y los 95 de un gazpacho de partido que no los ha creado Dios, pero que se han juntado, como dice mi amigo Gracián, "Para joder España" ¿Cree de verdad el señor Sánchez que así se puede gobernar España? ¡Ojalá pudiera para el bien de España y los españoles!.
De momento parece que tiene buenas intenciones: respetar los presupuestos generales, a los que su partido votó en contra (se ha anticipado, puesto que el Senado, todavía no los ha aprobado). Dice que "antepondrá consenso a crispación" y " sus tres pilares de gobierno serán escuchar, dialogar y consensuar". Pero como solo ha prometido acatar la Constitución, sin crucifijo ni biblia, nos cabe la duda de si pensará como Tierno Galván que aseguraba: "Las promesas electorales se hacen para no cumplirlas".
Ya los partidos que le han ayudado al "golpe" están pidiendo sus recompensas. ¿Se las pagará?
Si lo hace, tendremos que emigrar y como cantaba Juanito Valderrama, "Adiós, España querida, dentro de mi alma te llevo metida". y decir como los béticos: "¡Viva España, manque pierda!
¿CUANTO LES DURARÁ LA SONRISA? |