Todos los partidos políticos hablan de la madurez democrática de los españoles. Pienso que en realidad lo que quieren es tapar sus propias vergüenzas de no haber alcanzado ellos esa madurez. Tiene su explicación, porque las generaciones entre 1936 y 1975 no habíamos conocido más que un sistema dictatorial donde no existía más que el Partido Oficial de la Falange Española Tradicionalista y de la JONS, en el que Franco juntó a los falangistas y los tradicionalista. ¿Bueno o malo?.
Muchos pensamos que, bueno o malo, era necesario para mantener la paz después de una Guerra sangrienta y fratricida, que costó un millón de muertos y que fue consecuencia de la desunión de los españoles entre varios partidos políticos manipulados en su mayoría por el comunismo ruso que quería tener una cabeza de puente al sur de Europa, para controlar la entrada al Mediterráneo y facilitar se expansión al continente. Hasta los periódicos británicos publicaron, en su día, que Franco había sido el único que había vencido al comunismo con las armas y había impedido esa expansión.
Un político inglés, hijo de padre español y varias veces ministro con Margaret Thatcher, con el que tuve buenas relaciones, me dijo un día en su correcto español pero con acento inglés, que los españoles pensamos que: "Democracia consiste en respetar las opiniones de los demás, siempre que coincidan con las nuestras".
La actitud de las mayoría de los partidos y de los ciudadanos así lo demuestran. Y desgraciadamente esta actitud se va recrudeciendo hasta el punto de que todo lo que la mayoría parlamentaria del Partido Popular aprueba, todos los demás se oponen. Sea lo que sea, con la única excepción de la unidad de España que comparten en P.P. y el PSOE (que parece que quiere recuperar la E). Pero en todo lo demás, sea bueno, malo o regular, la actitud es oponerse y prometer que cuando estén en el Gobierno (Dios nos libre) derogarán todo lo que se haya hecho y no les guste. Empezando por la reforma laboral, la ley de educación, la ley de transparencia, la reforma fiscal, y hasta la reforma de la ley del aborto, que parece que va hoy el consejo de ministros y que todavía no ha pasado por el Parlamento.
¿Qué pensará la oposición de una posible reforma de la ley electoral?. Una reforma por la que los votante pudieran votar a sus candidatos libremente y no a unas listas cerradas e impuestas por cada partido. De esta forma todos podríamos votar a nuestro candidato y saber a quién tenemos que acudir en caso necesario sin preocuparnos de a qué partido pertenece, porque al tener mayoría en su distrito, debe estar más a favor de sus electores y posibles electores que a favor del partido que le ha puesto en su lista y al que tienen que estar agradecido.
¿Por qué no se coge el toro por los cuernos y se consensa una reformada o nueva ley electoral que permita a los políticos estar más cerca de sus votantes?. ¿Por qué no se regula de una vez la financiación de los partidos a base de las cuotas de los afiliado y donaciones legales, claras y transparentes?. Parece que eso no interesa, a pesar de que las arcas del Estado se ahorrarían las subvenciones a los partidos, que no son moco de pavo ni mucho menos.