Desde hace uno días, los medio de comunicación, especialmente las cadenas de TV que se dedican a los debates, andan liados con la sentencia del juicio sobre "el caso Faisán", que le está dando muy mal nombre al pobre y elegante pájaro, tan codiciado por los cazadores del Reino Unido.
Año y medio de cárcel, cuatro años de inhabilitación y la expulsión del cuerpo de policía, a unos le parece muy poco y a otros le parece demasiado. A mi, que respeto las sentencias de lo jueces, me parece una barbaridad que dos policías sean condenados, a mucho o a poco, por obedecer órdenes de sus superiores, Zapatero y Rubalcaba, y que estos se queden tan inocentes y tranquilos, aunque le remuerda la conciencia, si es que la tienen. No creo que haya ningún español normal que se crea que los dos policías actuaron por su cuenta y riesgo, para no dañar las negociaciones del Gobierno con ETA.
Tengo entendido que el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo, firmado en diciembre del 2000 por el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español fue propuesto por el entonces líder de la oposición José Luis Rodríguez Zapatero y que una de la condiciones era "nunca negociar con terroristas". Duró poco, pues poco tiempo después el 11 de marzo del 2004, Zapatero y Rubalcaba, rompían el pacto para atacar al Partido Popular, en vez de ponerse al lado del Gobierno ante tamaño atentado, y aprovecharlo para ganar unas elecciones que tenían perdidas. No soy yo el único que piensa que el Partido Socialista tramara un atentado con ETA y esta lo encargara a los islamistas, que se pasaron mucho de la raya. Aunque el director de "El Mundo" dijera que tenía pruebas de esto, nunca las ha presentado y el juicio terminó, sin satisfacer a ninguna de las partes, con 192 muertos, casi mil heridos y con los presuntos culpables abatidos.
Va siendo hora de que el Partido Socialista asuma de una vez por todas que la Justicia es cosa de los jueces y la política de los políticos y se dedique a lo suyo y dejen a los jueces cumplir con su cometido sin interferencias ni presiones de ninguna clase. ¿No estamos viendo los insultos, amenazas, acoso y presiones a la Juez Alaya?. Dice que son algunos sindicalistas rebeldes, Pero ¿quién está detrás de ellos?. Los socialistas y comunistas de la Junta de Andalucía y sus secuaces de UGT y CC.OO. Esperamos que el mayor caso de corrupción de la democracia española no acabe como el caso del 11-M o el Faisán.