domingo, 24 de julio de 2016

ELECCIONES EN EL REINO UNIDO

Las primeras elecciones generales que conocí en el Reino Unido fueron las de 1966. Las ganó el líder laborista Harold Wilson con 364 escaños, contra el conservador Edward Heath con 253 y el liberal Jo Grimmond con 12. Un total de 629 de los 630 de entonces. Falta un escaño que lo ganó Gerry Fitt del Partido Laborista Republicano., con solo 26,292 votos. El resto de partidos, un total de cinco, no llegaron  a sacar escaños y solo entre el 0,5 y el 0,1 por ciento del total de votos. 
Recuerdo llevar a Patricia a votar a medio día, trabajaba entonces de director en el Waterside Inn de Bray y aproveché el descanso entre el almuerzo y la cena para llevarla al colegio electoral. Muy sencillo. Una mesa con tres personal, la urna y la lista de los electores. Dices tu nombre, te buscan y te marcan (allí no existe el DNI, por lo que no hay que presentar documento alguno, pero si engañas, puedes ir a la cárcel). Coges una papeleta impresa con los nombres y partidos de ese distrito, marcas con una cruz a tu favorito, doblas la papeleta y la metes en la urna. En aquel distrito de Windsor y Maidenhead, siempre ganaba el candidato conservador, que durante muchos años era el Doctor Alan Glynn, a quien tuve ocasión de saludar en diferentes ocasiones. Asistía a las recepciones oficiales de la Embajada de España en tiempos de la dictadura y también después, tenía una conversación muy cordial, conocía España muy bien y bebía Jerez fino, olvidado el whisky.
Años más tarde. tuve ocasión de asistir al recuento de todos los votos del distrito en el polideportivo de Maidenhead. Solo había tres candidatos, Conservador, Laborista y Liberal. En unas mesas largas, jóvenes estudiantes abrían una urna cada uno y hacían tres montoncitos con las papeletas. De vez en cuando, venía alguien a recoger los montones de papeletas y ponerlas en otra larga mesa en el centro del salón. Cuando el montón de papeletas de un candidato, superaba los otros montones con creces, los evidentes perdedores felicitaban al ganador y se iban a sus casas, para pensar qué explicar al día siguiente a los militantes de su partido o presentar sin más, la dimisión.
Las elecciones eran siempre en jueves. El viernes el candidato ganador se presentaba a la Reina, que le encargaba formar Gobierno. Durante el fin de semana nombraba a los Ministros y el lunes ya reunía el nuevo Parlamento. Se dieron casos en que la misma noche de las elecciones el Primer Ministro saliente dejaba la residencia oficial para dormir en su casa propia. En cuatro días había un nuevo Primer Ministro o se reelegía al mismo. 
Prueba de que España es diferente es que desde el 20 de diciembre pasado estamos con un claro ganador de las elecciones y sin embargo con un Gobierno en funciones, que solo tiene un corto funcionamiento en solo cosas esenciales. Y para colmo, ratificado 
el 26 de junio el mismo ganador con mayor ventaja sobre los adversarios, que han bajado en escaños, seguimos especulando quién será el nuevo Presidente.
En mis 34 años en el Reino Unido recuerdo a ocho  Primeros Ministros. En esto último años ha habido cuatro más. De los doce, siete conservadores y cinco laboristas. O sea una alternancia bipartidista casi igualada, donde el tercer partido, el Liberal ha ayudado en algunas ocasiones a ambos de los dos primeros.
Pero a través de los años desde 1962 cuando gobernaba el Partido Conservador con Harold MacMillan, hasta las ultimas elecciones del año pasado, ha ocurrido algo muy curioso. Lo normal de los dos paridos mayoritarios y el llamado "bisagra" con cinco o seis muy minoritarios, ha llegado a contar con un total de cinco. Con la suma del Partido Nacional Escocés, que ha conseguido 56 escaños, sobrepasando al Liberal que solo consiguió 8 y el Partido por la
Independencia del Reino Unido, que, a pesar de sacar un solo escaño, ha conseguido su objetivo con el referéndum del Brexit, que ha provocado la dimisión de Cameron dando paso a la nueva Primera Ministra Theresa May. !Que Dios le ayude¡. Ya me han contado que en vez del God save the queen, han empezado a cantar God save Theresa.
Creo que Europa está cambiando y también el resto del Mundo. Lo que no sabemos si es para bien o para mal. A lo largo de la Historia ha habido muchos cambios, pero actualmente esos cambio van demasiado de prisa y como decía Patricia, mi meiga galesa adicta al "no hay tres sin dos", la Tercera Guerra Mundial puede ser más terrible que las dos primeras. Esperemos que no. Pero es evidente que el Mundo está bastante revuelto.
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