Estoy oyendo, desde esta mañana, los continuos disparos de escopeta de la competición de Tiro al Plato que se celebra hoy y mañana junto al campo de fútbol de este pueblo. Aunque no he sido aficionado, no pasé de tener más que una escopeta, creo que era de 12 milímetros que no necesitaba licencia, no me molesta en absoluto el ruido de los disparos; al contrario, me trae muchos recuerdos.
El primero de cuando, con cuatro años y cinco meses, oí muchos disparos desde la casa de mis padres (hoy Hogar del Pensionista) de "las hordas marxistas", que atacaron el Cuartel de la Guardia Civil, mañana hará setenta y ocho años. Aprovecho para recordar la heroica defensa, "Por Dios y por la Patria", que costó la vida a un capitán, un cabo y cuatro guardias. Hasta que llegó el primer gobierno socialista de nuestra actual democracia, un azulejo en la fachada del cuartel recordaba dicha gesta. Por orden de la autoridad competente, se quitó y se puso en el patio interior. Más tarde, por otra orden de la autoridad (más competente) se quitó de allí y nunca más se supo. También se quitó el cuartel, bueno, el edificio sigue en pie, pero sin guardias. Se intentó abrir allá por los primeros años de este siglo y no se consiguió por "falta de interés", Pero de eso quizás hablemos otro día.
A finales de los años cincuentas del siglo pasado se inició en este pueblo las semanas deportivas que duraron hasta bien entrado los sesentas que alcanzaron bastante fama hasta el punto de venir competidores, no solo de la Sierra, sino hasta de Sevilla. Todavía muchos higuerenses recuerdan los paracaidistas del Aero Club de Sevilla cayendo en el ruedo de nuestra plaza de toros. El Tiro al Plato fue una de las competiciones más atractivas. Pueden preguntar a los dos José Luis (Robledo y Girón) que junto a Pepe Fal y Gonzalo Pinillos, se repartían los trofeos que entregaba el alcalde con alguna guapa participante, que también las había.
Al cabo de algunos años, ya en el Reino Unido, tuve otro contacto con tiro al plato. En un viaje a visitar exportadores de fruta de Valencia, uno de ellos, que también era hotelero, me dió unos tripticos anunciando su hotel y traducidos al inglés y al francés. Entre los servicios que ofrecía para entretenimiento de los turistas estaba el tiro al pichón y al plato. Tengo que confesar que no me preocupé de la traducción al inglés, hasta que un amigo me preguntó si lo que acababa de leer quería decir que matabas una paloma y te la servían en un plato para la cena. Había leído: "shooting to the pigeon and to the plate", que es lo que cualquier inglés hubiera entendido. El que hizo la traducción tan literal palabra por palabra, no sabía que los ingleses, buenos aficionados a las cacerías con escopeta (faisanes) y con caballos y perros (zorros), dirían: "Pigeon and clay pigeon shooting". Nuestro plato para ellos es "clay pigeon". o sea "paloma de barro o arcilla". Esto puede pasar muy fácilmente a los que usen el traductor del ordenador sin saber la lengua.
Pues ya se está poniendo el sol y ya no se oyen disparos. Mañana será otro día.
Vieja foto del azulejo desaparecido