Cheteau La Brède
Con esta frase de Alfonso Guerra durante el primer Gobierno socialista de Felipe González se hizo famoso entre los españoles el Señor de Brède y Barón de Montequieu, Charle Louis de Secondant, pensador, escritor y político francés. Fue un admirador del sistema político británico y en su obra "El espíritu de las Leyes", publicada en 1748 expone la división de poderes como Legislativo, Ejecutivo y Judicial, en los sistemas de gobierno.
Tenía muy claro, y casi todos los países democráticos lo han adoptado, que las Cámaras Legislativas promulgan las leyes, el Gobierno las ejecuta y los Jueces las sentencian. También tenía claro Montesquieu que "cuando un gobierno dura mucho tiempo, se descompone poco a poco sin notarlo". Esta división de poderes no le gustaba a Alfonso Guerra, que como buen socialista prefería controlarlo todo desde el Gobierno. Por eso repetía lo de "Montesquieu ha muerto", para que los españoles nos enteráramos de una vez que quién mandaba era el Gobierno. Yo vivía entonces en el Reino Unido y conocía cómo funcionaba The House of Commons, The House of Lords, The Government y The Court of Justice. Con total y completa independencia y llegué a estar convencido de que lo que quería Guerra era una dictadura de izquierdas.
Si las dictaduras son malas, las de izquierdas son peores. Posiblemente no haya ningún sistema político completamente perfecto, por eso decía Churchill que "La democracia es el menos malo de los sistemas". Recuerdo que en aquella época, Felipe Gonzalez llegó a decir: "¿Es que no hay nadie que les diga a los jueces lo que tienen que hacer?". Pues así seguimos y Zapatero aprendió la lección. Promulga Leyes que el propio Gobierno no cumple y nombra Jueces a su gusto para que les obedezcan sus caprichos. Y hemos llegado al punto de que hay jueces que se saltan las leyes a la torera por cuyo motivo están imputados por varios casos.Nunca he comprendido como puede haber jueces progresistas o jueces conservadores. Los jueces deben ser jueces, aunque voten en las elecciones, porque es su derecho, a la derecha o a la izquierda, pero a la hora de aplicar las leyes tienen que hacerlo tanto si ha sido promulgada por un gobierno de izquierda o de derechas. "Las Leyes, -le oí decir a uno de los más grandes políticos todavía en activo-, están para cumplirlas, nos gusten o no nos gusten, y si no sirven, se cambian." De las muchas cosas que hay que cambiar en España, hay que empezar por cambiar a Zapatero antes de que sea más tarde.