Y pasaron treinta y cuatro años y volví a mi pueblo. ¡Yn olaf!, que en idioma de mi mujer y para los que no sepan galés, significa ¡Por fin!. Por fin volvía a mi pueblo, a mis raíces, a mis amigos, pero encontré al pueblo algo cambiado, y muchos de mis amigos ya no estaban. Entre las cosas que más habían cambiado estaba el Circulo Mercantil, que se seguía conociendo como El Casino, aunque ya había perdido el apelativo de "casino de los ricos". Había algo más de doscientos socios, el edificio se había duplicado, gracias a la generosidad de Manuel Fal Fernández y pertenecía a la Sociedad, junto con la casa limítrofe, y se había completado una gran obra para acondicionar en una las dos casas. Esto se había hecho con la aportación voluntaria de fondos, hecha por los socios, en forma de Pagarés de cinco mil pesetas cada uno, que empezaron a llamarse "acciones".
El Circulo se había transformado en un emblemático edificio con un gran salón a la entrada a la derecha, biblioteca, sala de la chimenea , bar, cocina y patio en la planta baja. Una nueva escalera conducía la la planta alta, con un gran salón a dos niveles, oficina para la directiva, almacén, servicios, y un apartamento de tres habitaciones para el Conserje y su familia.
Había una diaria asistencia de socios, juegos de mesa, dos mesas de billar, televisión para ver fútbol y corridas de toros y era una gozada ver los fines de semana en el verano, la plazoleta llena de mesas, junto con el Bar Los Pajaritos, donde los clientes locales y forasteros podían disfrutar de buenas tapas y bebidas, mientras los niños jugaban en el Paseo. El Ayuntamiento tuvo la buena idea de restringir la circulación de vehículos por las tardes de los sábados y domingos, con lo que la Plaza e y el Paseo se convirtieron en en lugar seguro y tranquilo para disfrute de chicos y mayores.
Pero las cosas cambian, mucha veces para peor, y así ocurrió que encontrar Conserjes que agradaran al público, a los socios y a la directiva, se fue haciendo cada vez más difícil. El tipo de Conserje, al servicio de los socios empezó a desaparecer, también cambiaba la sociedad con la proliferación de los Bares de Copas, para la juventud y los Club de Jubilados, subvencionados por los ayuntamientos, para los mayores, Se produce entre 1998 y 2004 un chorro de diferentes conserjes y un creciente desinterés de los socios, traducido en bajas voluntarias y bajas por falta de pago, con lo que la Directiva , en noviembre de 2004 acuerda convocar Asamblea General para la elección de una nueva Junta Directiva, dando plazo para la presentació de candidaturas, hasta el 4 de diciembre de 2004.
Transcurrido el plazo y no habiendose presentado candidatura se celebra una Sesión Extraordinaria de la Asamblea General, a la que solo asisten diez socios y tres directivos, en cuyo acta se hace constar el poco interés que los socios demuestran reflejada en el escaso número de asistentes y la no presentación de candidatura, por lo que la Directiva cesa en su cometido irrevocablemente y recomienda la formación de una Gestora que se haga cargo provisionalmente de la Sociedad.
La siguiente Acta recogida en el Libro de Actas, está fechada el 30 de enero de 2005. Ahí empieza otra etapa, que lógicamente, va a ser otro capítulo.