miércoles, 28 de julio de 2010

LOS TOROS EN CATALUÑA





Estoy escuchando en directo, el debate, previo a la votación de la Ley de prohibición de las corridas de toros, en el Parlamento Catalán. Por supuesto en catalán, que algo se entiende y mucho se pierde, pero desgraciadamente, no dispongo de un traductor simultaneo, como Chaves cuando habla su paisano andaluz Montilla. Pero cuando empiece la votación y se proclamen los resultados será más fácil, porque los números son iguales en catalán y en español.
Me recuerda esto una vez que la policía me paró a la salida del túnel que lleva a las terminales del aeropuerto de Heathrow. Había circulado por el túnel un poco deprisa e intenté disculparme diciendo que era español, a lo que el policía, muy educado y correcto me dijo: I belive you, but there is a sing at the entrance and the numbers are the same in your lenguage. Se portó muy bien y no me multó. Pero desde entonces siempre pasaba el túnel por debajo de la velocidad permitida.
Yo siempre he sido aficionado a los toros. Me venía en la sangre por parte de padre, pero tengo que confesar, que a pesar de haber hecho mis pinitos en los festivales benéficos que se organizaban en la Plaza de Higuera de la Sierra, con muy pocos años y con becerros, me faltaba el valor. O sea, que de torero, solo la afición.
El portavoz de no se qué partido, acaba de comparar la prohibición de las corridas con la prohibición de la caza del zorro en el Reino Unido. Una costumbre ascentral en Inglaterra, Gales, Escocia y el Norte de Irlanda. Dice que no tiene nada que ver con las diferencias políticas entre los cuatro citados países, como las prohibición de las corridas no tiene nada que ver con que se considere la Fiesta Nacional Española. ¿Habrá algún cretino que se lo crea?
Al parecer se trata solamente de evitar el maltrato a un animal bello, bravo y luchador que sufre en las corridas. Sufrimiento de los animales que no les preocupa en otros casos como los pollos criados en batería para después colgarlos de un cinta que los pasa por una cuchilla que les corta el cuello. O como mueren muchos de los animales de los que disfrutamos en nuestra mesas. Le oí decir una vez a Don Manuel (Fraga) que los ecologistas y defensores de los animales en el Parlamento Europeo, comían, siempre que podían, langostas y bogabantes sin preocuparse que antes de llegar a la mesa, las sumergían vivas en una olla de agua hirviendo.
Creo que es una prueba más de la actitud de los políticos que no se preocupan de los que piensen los ciudadanos que les han votado, sino de lo que les diga su partido. Acuerdense de la Ley del Aborto.
Son las 11,40 horas y acaban de publicar el resultado de las votación. 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones. La Ley queda aprobada. Pues bueno, ¿para qué seguir?. Ellos se lo pierden. Las corridas y el voto de los aficionados catalanes.