El General Walters entre Eisenhower y Franco
El pasado día 18, Viernes de Dolores y ya metido en la Semana Santa, prometí tomarme un descanso, visto el rutinario, cansado y desalentador giro que seguía la política española. Han pasado dos semanas y esto va de peor en peor. Han pasado otras cosas, como la Solemne Misa del día de San José, cantada por el magnífico coro de Trigueros, los semidesiertos Oficios del Jueves, Viernes y Sábado Santos y la Romería del Prado del Domingo. En esta si que había gente, caballos, carriolas, trajes de flamenca, empanadas, mucha cruzcampo y buen tiempo, pero noté menos bulla que en años anteriores. A la vuelta de los romeros, muy poca expectación. Parecía que de pronto se había decretado la Ley Seca. Ni un solo bar abierto. Supongo que los romeros vendrían, con suficiente calefacción etílica, pero los que estábamos esperando la llegada, echamos de menos un traguito que nos aliviara el fresco de la noche.
Como la política parece que no tiene arreglo, me he dedicado estos días a repasar papeles, recuerdos, archivos y fotografías, de esas en blanco y negro que todos solemos guardar en cajas de zapatos. He encontrado cosas olvidadas, he vuelto a guardar algunas y he tirado bastantes a la papelera. Me he guardado un recorte de ABC, de 1973 con un interesante artículo de Vernon Walters. Y usted dirá, ¿Quien es ese tío?. Pues ese tío era nada menos que un americano, militar, político, diplomático, hombre de confianza de varios Presidentes y director de la CIA, (Central Intelligence Agency)
Allá por el año 1973, el Presidente Nixon le pidió que viniera a España a hacerle una entrevista a Franco. Al parecer Nixon, a sabienda de que Franco llegaba al final de sus días, tenía mucho interés en saber, qué pasaría después. Walters ya conocía a Franco, pues había acompañado al General Eisenhower en su histórica visita. Cuenta que Franco le recibió de pie en su despacho acompañado de López Bravo, a la sazón Ministro de Asuntos Exteriores. Le contó a Franco que Nixon estaba muy preocupado por la situación futura en el Mediterráneo occidental y quería saber su opinión. Franco que le vió venir, le contestó que lo que quería saber el Presidente era : ¿Qué pasará en España después de mi muerte?. ¿No?. - Si, mi general, afirmó Walters. A lo que Franco le respondió textualmente: "Siéntese que se lo voy a decir. Yo he creado ciertas instituciones que nadie piensa que funcionarán. Están equivocados. El Príncipe será Rey, porque no hay alternativa. España irá lejos en el camino que ustedes desean, los ingleses y los franceses: democracia, pornografia, droga y qué sé yo. Habrá grandes locuras, pero ninguna será fatal para España. Walters dijo: "Pero, mi General, ¿Como puede usted estar tan seguro? . "Porque yo voy a dejar algo que no encontré al asumir el Gobierno de este País hace cuarenta años.", fue la respuesta de Franco.
Walters reconoce en su artículo que pensó que se refería a las Fuerzas Armadas, pero Franco le aclaró: "La clase media española. Diga a su Presidente que confíe en el buen sentido del pueblo español, no habrá otra guerra civil".
Y no la hubo. En la Transición, todos los partidos político desde la extrema derecha a la extrema izquierda, pasando por nacionalistas, se pusieron de acuerdo (los famosos pactos de la Moncloa) y se cumplieron las predicciones de Franco, incluyendo la pornografía y las drogas. Pero han pasado otros cuarenta años y parece que la historia se quiere repetir. ¿Ha olvidado el pueblo español el "buen sentido"?. No lo creo. Bien es verdad que hay "grandes locuras" y algunos locos. Locos por el poder a cualquier costa y locos por destruir España. Y es hora de que los españoles con buen sentido, esa clase media que no existía hace ochenta años y se creó durante el franquismo, recapacite y no se deje engañar por los cantos de sirena de aquellos de las Ps. No los del Partido Popular, que está dando una correcta demostración de cómo debe funcionar nuestra Constitución, las Leyes y la Democracia, sino los de las Ps del falso progreso y el populismo equivocado.
La gran "clase media", esa a la que yo considero como centro de la política y que también funciona en otro países, es la que suele decidir con su voto, quién tiene que gobernar. Los que estamos afiliados a un partido debemos ser consecuente con nuestro voto, pero esa gran mayoría de españoles sin afiliación definida es la que vota a un partido que lo hace bien y vota al contrario si deja de hacerlo bien. Si el Gobierno del Partido Popular nos está sacando de la la crisis (que según ZP no existía), está creando empleo, mejorando la economía, manteniendo las pensiones y las prestaciones sociales, poniendo España en su sitio, legislando en solitario contra la corrupción, luchando contra el terrorismo internacional y además ha sido el más votado el 20D, ¿vamos a permitir que nos gobierne un grupo de perdedores que además tienen como principal objetivo derogar todo lo que se ha hecho por el simple motivo de ir contra en Partido Popular?. Para colmo y encima de todo, la culpa es de Rajoy que no hace nada, no es decente, es un corrupto y preside un partido de corruptos, según criterio del Guapo señor No. Pues mire usted, la culpa de la situación política actual es precisamente la locura del inexperto político que quiere ser Presidente aunque sea a costa de destruir su propio partido, el Partido Socialista que es (o era) un partido de gobierno, y que es lo que pretende su nuevo socio El Coleta.
Creo que me he olvidado de mi promesa, así que usted me perdone, pero es que si no escribo lo que pienso, reviento. Siempre he creído que es bueno mirar al pasado para no volver a cometer errores. Así que recuerde qué pasó con la izquierda de socialistas, republicanos, comunistas, anarquistas, nacionalistas y otros istas, en el año 36. Yo estaba allí. Si usted no estaba, informese debidamente.