Pedro Sánchez, como si su partido fuera el más puro, limpio y exento de corrupción, no contento con los diecisiete "no" a Rajoy, sigue emperrado en llamarle corrupto y líder de un partido corrupto. La portada de ABC de Madrid de hoy le desmiente tajante y claramente. "Los españoles ocultan 160,000 millones de euros sin declarar". No se si es un error, porque si dividimos esa cantidad entre los 47 millones de españoles cabemos a 3,404 millones cada uno. Pero como Capgemini y RBC Wealth Management, en su informe sobre la riqueza en el Mundo estima solo en 178,000 las grandes fortunas en el año pasado, la cantidad que corresponde a cada uno es de 898,876 millones por barba o por bolsillo.
Pero hay otro dato más curioso. el año pasado el número de esas grandes fortunas, subió un 10% que pone el incremento de
españoles ricos en un 40% desde el año 2008, cuando empezó la crisis. Esto deja muy claro, que las crisis económicas favorece a algunos y perjudica a la inmensa mayoría. Y por tanto el Mundo está dividido en las clases de siempre y con el peligro de comenzar de nuevo la "lucha de clases" que, como siempre, busca la izquierda radical en el terreno productivo de los descontentos
Contaba, hace años un periodista estadounidense en una entrevista a Franco, que a la pregunta de que si temía que a su muerte hubiera otra guerra civil, este le contestó: "No lo creo, porque en el año 36 había muchas grande fortunas pero muchos más pobres. Ahora en 1970 hay menos ricos y menos pobres con una nueva clase media que tiene más interés en trabajar para pagar el piso, el coche, las vacaciones y mantener su familia, que en meterse en guerra o líos políticos".
Han pasado cuarenta años desde la muerte de Franco y parece que la predicción está llegando a su fin. Son los pobres y la clase media los que estamos sufriendo las consecuencias de la terrible crisis, que el Gobierno de Zapatero negaba y ahora vamos lentamente superando. Y la pregunta es: ¿Quién quiere otra guerra?. Porque precisamente la vienen buscando aquellos que llamaban asesino a Aznar con el lema de "No a la Guerra". ¿Recuerdan el slogan de los años 60 de "Haz el amor, no la Guerra?. Pues eso era mucho más pacífico y se refería al amor, que ahora llaman simplemente, sexo. No es lo mismo, porque el amor al prójimo es uno de los principios morales que se van rápidamente olvidado.
El otro es la honradez, que se ha convertido en corrupción y en el arma arrojadiza de la izquierda a la derecha. Decía, hace algunos días, en este blog que la corrupción estaba tan generalizada que ya incluía todas las clases sociales. Olvidé mencionar bancos chinos, que no acatan las leyes bancarias, dentistas que atesoran caballos en los motores de sus coches de lujo y en sus cuadras, los que facturan sin IVA y los que las pagan. Pero seguro que se me olvidan muchos más. Si hiciéramos caso a las enseñanzas de Jesucristo, nadie sería capaz de tirar la primera piedra. Pero eso de la religión parece que también está pasando de moda o, al menos, eso pretenden algunos.