Esta mañana se está celebrando la clausura del 38 Congreso del Partido Socialista y tengo que confesar que no voy a encender la televisión o la radio, porque no me interesa las mentiras que digan en sus discursos, ni quienes van a formar la cúpula que va a regir el Partido ¿por cuanto tiempo?. No creo que sea mucho. Quizá menos de lo que nos figuramos.
El circo que ayer se montó con el recuento de los votos, me recordó el de las municipales de mi pueblo el año pasado, cuando los socialistas no podían creer que había vuelto a ganar el Grupo Independiente y que el PP volvía al ayuntamiento. Tardaron dos horas y media en contar 953 votos para finalmente darle 487 a Rubalcaba, 465 a Chacón y 1 nulo. Y yo me pregunto: ¿como pueden votar mayoritariamente a un político que ha contribuido a destrozar el partido?, A un político que no puede aportar nada nuevo y que, además, corre el peligro de que pueda ser imputado en el caso Faisán y tenga que dimitir. La Chacón al menos, parece que hasta ahora no está implicada en ningún caso, aunque tampoco es sangre nueva que pueda renovar el partido. Parece mentira que en un partido como el socialista que ha tenido hasta más de 11 millones de votantes, de los que han perdido más de 4 millones, no tenga otros candidatos más que los dos que han competido en este congreso.
Esta mañana ya he visto algunos de los nombramientos y supongo que a estas horas, ya estarán nombrados todos los que faltaban. El más llamativo es el nuevo Presidente del partido, Pepe Griñán, que se suponía partidario de la Chacón. A menos que se trate de una de las triquiñuelas manipulativas del maquiavélico Rubalcaba. Otro, que si tiene algo de decencia, también tendría que dimitir si la Juez Alaya le implica en los EREs, que es una posibilidad muy posible.
Otros, ya nombrados, son la Vice-Presidenta Elena Valenciano, también del mismo clan y Oscar López a quien no tengo el gusto de conocer, que será el nuevo Secretario de Organización. Queda un consuelo, Chaves, Pepiño e Iglesias se quedan fuera. La Chacón a casa, a esperar otra oportunidad, muchos abrazos y besos, pero no se le ha dado una mano.
Como lo cortés no quita lo valiente, le deseo al señor Rubalcaba y su Ejecutiva toda la buena suerte que necesitan para llevar a su partido a la renovación necesaria para ser una alternativa de gobierno. Una alternativa, que es necesaria en una democracia moderna, sin extremismos, sin confrontación y mirando al futuro.