El famoso Festival Taurino de Higuera de la Sierra, como el ave Fenix, surge de las cenizas en que se convirtió por la falta de su organizador, el Padre Francico Girón a quien Dios llamó a su lado hace poco más de dos años.
Domingo Moya, con la colaboración del Ayuntamiento ha organizado, el que será el número cuanta y uno, para el próximo día 2 de abril. Tiene nuevos aires y un cambio radical en la fecha, ya que en verano es imposible por los compromisos de los torero y a final de temporada difícil porque, entre otras cosas los toreros y los espectadores ya están cansados de toros. Abril es el mes del comienzo de la temporada oficial, aunque ya esta se adelanta en algunas localidades. Pero el domingo de Ramos y la Feria de Sevilla, marcan el arranque, el menos en Andalucía.
Desde este blog quiero agradecer a Domingo su interés, su iniciativa y su trabajo, para conseguir la continuidad del festival y, como todavía es joven, desearle que pueda hacerlo por muchos más años. Vamos, por otros cuarenta. Agradecer a nuestro Maestro José Luis Parada por la ayuda que se que está prestando desde el anonimato y al Ayuntamiento por su colaboración y su ayuda para que los Festivales continúen dando nombre a nuestro pueblo.
Y ya metido en el asunto, quiero añadir que en los últimos meses de vida de mi primo Francisco, estuvimos soñando la creación de un Museo Taurino, hasta el punto que me dejó el borrador de dos cartas para enviarlas a todos los toreros que habían generosamente participado en los treinta y nueve festivales, así como a los ganaderos que año tras año había donado sus reses. Dichas cartas no se han podido mandar por la imposibilidad de recabar las direcciones de tantos toreros y por las dificultades económicas que supone, en tiempos de crisis, la creación de un Museo.
Desde aquí me atrevo a hacer un llamamiento a quienes puedan suministrar dichas direcciones o la forma de poder contactar a los que han participado en los Festivales, porque el sueño del Museo sigue muy vivo y nos gustaría contar en él, con algún recuerdo personal de todos y cada uno de los que durante cuarenta años. han contribuido con su dedicación a la felicidad de los niños de Higuera en su Cabalgata y a la alegría de los ancianos en su Residencia.