Dos días de descanso concedidos al ordenador, porque yo he estado bien liado con oír, ver y escuchar sobre el resultad de las elecciones en toda España. Lo de Higuera ha quedado bien claro. El pueblo ha decidido volver a ser gobernado por los nuevos socialistas, sin probarlos en la oposición. Un poco arriesgado y peligroso. Es como comprar un melón por internet, en vez de verlo y sopesarlo en el mercado. Yo no lo haría. Ni votar a unos desconocidos en política ni comprar un melón sin verlo. Hace algunos años nadie compraba un melón sin catarlo primero.
Pero los tiempos cambian, que es una barbaridad. Comprendo que haya habido votantes que han querido castigar al Partido Popular, por los recortes y la corrupción.. Pero en nuestro pueblo, los recortes han venido de la Junta, que no ha sabido administrar los dineros recibidos del Gobierno Central, de la Unión Europea y de los impuestos que pagamos los andaluces y se lo han gastado en EREs, Cursos de Fomación, Invercaría, Mercasevilla, Las Marismas, las Setas, subvenciones a los amigos, mariscadas y hasta en cocaína y putas, de lo que el Partido Popular de Andalucía no ha tenido la más mínima responsabilidad.
En nuestro pueblo, el Partido Popular no ha gobernado nunca, pero el despilfarro durante veinte años del gobierno socialista ha sido notorio. No tenemos pruebas de corrupción monetaria, pero si en amiguismo, favoritismo, inversiones innecesarias y dinero mal gastado. Recuerden el Polígono Industrial, la Fábrica de Quesos, la Escuela del Corcho, el Charcón, la nave de la Cabalgata, el Gimnasio, el Polideportivo, la Guardería y todo lo demás que se me olvida, que tuvieron que heredar los Independientes y el Partido Popular y repararlo, enmendarlo, terminarlo y ponerlo en marcha durante los años de la crisis.
Aunque me duele reconocerlo, mi partido se ha quedado fuera y mi pueblo ha decidido dar más votos a los nuevos socialistas a los que evidentemente hay que darles un margen de confianza para ver qué hacen por el pueblo. La democracia es así. Proclamaba la izquierda: "El pueblo unido nunca será vencido", pero han cambiado la frase por la napoleónica de "Divide y vencerás". Así fue durante los veinte años de socialismo y así está el pueblo. Otra vez los buenos y los malos, mitad y mitad. No hay más que verlo en los votos, 445 para la izquierda y 415 para independientes y PP. Lo que nunca sabremos es lo que hubieran votado los 227 higuerenses que se quedaron en casa. Es igual. Espero que los ganadores cumplan sus promesas, sobre todo aquella de que no tienen nada que ver con los socialistas anteriores. Si es así tendrán todo mi respeto, aunque no mi voto.
El gran problema es el resto de España, donde los españoles no han sabido apreciar la labor del Partido Popular para sacar a España de la situación en que la dejaron. Aunque el Partido Popular ha sacado más votos que ninguno otro, pero sin mayoría absoluta que le permita gobernar en solitario, la huida de votos hacía Ciudadanos y a las marcas blancas de Podemos, ha dejado un mapa político que puede ser un verdadero desastre para todos. Varios ganadores del PP, ya han ofrecido una mano amiga al PSOE para llegar a un acuerdo y gobernar juntos en autonomías y municipios., aunque estos parece que no están de acuerdo. Sánchez prefiere unirse a los extremistas de Podemos. Susana Diaz, en su abierta y enconada lucha por conseguir la Secretaria de su partido, parece que quiere, ahora, aceptar que gobierne la lista más votada, cosa que no consintió a Javier Arenas y que ha rechazado hasta ahora. Incluso podríamos ver alcaldes de partidos proetarras. Sánchez parece dispuesto a darle su apoyo con tal de ir todos contra el PP. Otra vez España dividida. ¿Es que no tenemos arreglo?.
Todavía tenemos varios meses, aunque poquitos, para rectificar y en las elecciones generales, olvidarnos del pasado y votar con sensatez para poner a España en el lugar que le corresponde.
Unidos fuimos capaces de ser protagonistas de las mayores gestas que el mundo ha conocido. Volviendo al dicho de Napoleón, Nos conquistó cuando estábamos divididos y nos libramos de él, cuando nos unimos. Ejemplos así hay muchos
