La precampaña se está caracterizando por las denuncias en los Juzgados y en las Juntas Electorales, para demostrar qué partido es más corrupto que otros. Bonita manera de dar al pueblo confianza en los políticos a los que tienen que votar. Empezamos por la inclusión en las listas de personas imputadas por diversos casos de corrupción, a los que ya de antemano, se les considera culpables sin que hayan sido condenados. Por supuesto, si se les condena, será después de las elecciones cuando, a lo mejor, o peor, ya están ocupando un cargo público. Pero la idea es desacreditar a los políticos y a los partidos para convencer a los votantes de que todos son iguales y por tanto, ¿qué más da a quién votes? O peor todavía, no merece la pena votar. Mientras tanto se le da trabajo a los Jueces, que seguramente tienen otros casos más importante que resolver y relentizamos la justicia hasta el máximo. Así pasan cosas que no deberían pasar.
Se están perdiendo hasta las formas, no solo en el Parlamente y el Senado, con los casos Faisán, Gürtell, EREs, los hijos de Chavez, Mercasevilla, el patrimonio de Bono y algunos más, sino que ya se está llegando a denunciar o recordar, posibles casos de manipulación partidista en las elecciones pasadas, posible pucherazos y supuestos fraudes electorales. ¿Quién gana a quién?. Nadie gana, sino que todos perdemos, porque la política se esta ensuciando de tal manera, que ríase usted de las dictaduras y lloren por las democracias.
Y esto ya llega a los pueblos pequeños como el mio, donde el Partido Popular se salva , no tiene representación municipal, y el partido socialista se llena de gloria utilizando toda clase de artimañas para desacreditar al Grupo Independiente que les quitó el poder. Han denunciado a los Independientes porque han publicado dos boletines dando haciendo balance de sus logros en estos últimos cuatro años. Al parecer esto va en contra de la Ley Electoral que lo prohibe a partir del 29 de marzo en que se convocaron las elecciones. Pero esta Ley también prohibe los ataques y críticas a los demás grupos políticos. Solo está permitido la publicación de los candidatos y de los programas con los que acuden a las urnas. Pues bien, los socialistas denuncian a los independientes por hablar de lo que han hecho y sin embargo se olvidad de que también está prohibido criticar al adversario y reparten su boletín criticando la gestión de los Independientes.
Ver la paja en el ojo ajeno, sin ver la viga en el suyo.
A mi no me extraña esta actitud en absoluto. Tengo suficiente memoria para recordar lo que pasaba durante la dictadura socialista que sufrimos a lo largo de veinte años. Llegó a tal punto que el alcalde mandaba a municipales y empleados del ayuntamiento a quitar la propaganda electoral que no estuviera en los paneles que ponían en la Plaza del pueblo. Aquí pueden ver cómo quedó un cartel de Aznar, pegado en la puerta de una nave con permiso del dueño, después de que pasara la censura municipal.
La prepotencia llegó a tal punto que dio motivos para las pintadas que aparecieron en las paredes del cementerio en construcción. Conviene recordar que el pueblo estaba en contra de la construcción de un nuevo cementerio en el lugar que se pretendía. Hubo una masiva recogida de firmas para impedirlo a las que el alcalde no le hizo caso, llegando a decir "que el, con los papeles de firmas se limpiaba el c......" Mi amigo Gracián, que habla claro para que se entienda bien, se limitó a decir: "Po otra ve, vamos a firmá en papé de lija y con tinta envenená" No ha habido próxima vez porque el pueblo, democráticamente, les dio su merecido con el voto.
Pero eso no lo han podido asumir y harán todo lo posible, no por convencer al electorado con nuevos proyectos, iniciativas o ideas, sino desacreditando a los oponentes que se presentan a las elecciones; a los Independientes y al Partido Popular. El Partido Socialista Español, que ya no es Obrero, es necesario para el sistema democrático, pero también es necesaria la alternancia con el otro gran partido político, que es el Partido Popular. Pero visto cómo el Partido Socialista ha gobernado en España durante los últimos siete años, es evidente y necesario, que hay que cambiar. El Partido Socialista necesita un pase de varios años por la oposición en el Gobierno Central, las Autonomías, las Diputaciones y los Ayuntamientos. El mi pueblo ya se ha entendido así y se les demostró hace ahora cuatro años. Hay que darles un segundo aviso hasta que demuestren que el Partido y sus dirigentes se han renovado la suficiente para merecer la confianza de los ciudadanos. Mientras tanto no hay más alternativa que el Partido Popular.