Lo que faltaba por oír lo dijo Pablo Iglesias ayer para que todos lo pudiéramos oír: "Es una vergüenza que en España pueda haber presos políticos". Y el tío se quedó tan tranquilo. ¿Se olvidó de Venezuela o se confundió de país?. Lo que si es una verdadera vergüenza es que un profesor de una universidad española, líder de un partido y miembro del Parlamento, no sepa lo que es un preso político y un preso delincuente.
Mi padre fue un preso político desde julio al 15 de agosto de 1936, por el simple hecho de ser de derechas, como veintidós paisanos más. Por orden de unos anarquistas venidos al pueblo, engañados, convencidos, obligados o pagados, por los comisarios políticos infiltrados en España a la ordenes de Stalin. Encarcelados y sentenciados a muerte por decisión de algún tribunal popular sin juicio alguno ni garantías de la más mínima defensa. Estos y muchos miles más en toda España al comienzo de la Guerra Civil. Los de este pueblo tuvieron suerte de ser liberados a tiempo por las fuerzas, que ahora llaman "golpistas". ¿Cómo llaman ahora a los que pretenden dar un verdadero golpe de Estado?. Muchos más fueron ejecutados por todo el territorio español. Miles en Paracuellos.
¿Es esto una manifestación pacífica?