La emigración de españoles a Inglaterra viene de muy lejos. Por diversos motivo. Muy frecuentemente por motivos bélicos y otras por espíritu aventurero, buscando fortuna, huyendo de la justicia, por amor....
La Armada Española, con sus incursiones en la costas de Cornwall y Devon en tiempos de Felipe II, hicieron que en aquellos territorios, todavía en lo años 70 y 80 del pasado siglo, las madres asustaban a sus pequeños con un "the Spaniard are coming", equivalente a nuestro, "que viene el coco". A pesar de que la llamada Armada Invencible fue vencida "por los elementos" como reconoció el Rey. En realidad fue una serie seguida de varios elementos. Primero la muerte de Álvaro de Bazán, designando como Almirante de la flota, al que sustituyó un inexperto aristócrata, el joven Duque de Medinasidonia por deseo del Rey. Un fuerte temporal en la travesía de Galicia al canal de la Mancha, hundió y daño a una buena parte de la flota, que tuvo que luchar contra la poderosa anglo-holandesa y los frecuentes e inesperados ataques de los barcos mandados por el famoso Pirata Draque, como nosotros le conocemos, aunque para los ingleses fue Sir Francis Drake. Pero eso pasó hace más de cuatrocientos años y, como suele decir mi hija, es historia pasada.
Avanzando muchos años fué notoria la llegada a Londres de refugiados españoles liberales exiliados por el absolutismo del reinado de Fernando VII. después de la Guerra de Independencia, Había militares, escritores y hasta religiosos, que se acomodaron en el área de St. Pancras y se reunían en The Spaniards Inn, que estaba, y está, de lo que doy fe, en la Spaniards Road entre lo distritos londinense de Highgate y Hampstead.
Al terminar la Guerra Civil, se produjo otro exilio de españoles a través de la frontera con Francia, muchos de lo cuales llegaron al Reino Unido. También había escritores, intelectuales, militares de graduación y soldados republicano y simples paisanos temerosos de ser represaliados. He conocido a muchos de ellos y se de muy interesantes historias y confidencias personales que habrá que contar otro día.
Finalmente hubo otra avalancha de españoles en los años 50 y 60, ahí me cuento yo, entre los que había muchos que buscaban un mejor trabajo que aquí no encontraban y también algunos jóvenes, descontentos estudiantes, que como decía un muy
conocido líder del movimiento asociativo (más bien político) de principio de los setentas, "eran perseguidos por los grises".
Como tuve ocasión de haber conocido y convivido con muchos de lo dos últimos grupos, creo que tendré tiempo más adelante de contar cosas, más o menos curiosas o interesantes, con nombres y apellidos.