Así podemos llamar a las huelgas de profesores, maestros, padres y madres y, por supuesto, estudiantes, que están proliferando por todo el mapa de España, para ir en contra de una Ley, aprobada por el Parlamento, que trata de mejorar la desastrosa y cara educación. Es evidente que estamos a la cola de todos los países de la Unión en resultados y a la cabeza de costo por alumno.
Desde la Ley General de Educación de Villar Palasí en 1970, todas las demás leyes han sido promulgadas por los gobiernos socialistas, menos la del Gobierno de Aznar, que no llegó ni siquiera a aplicare. Y han sido nada menos que seis cada vez con menos resultados.
LOECE en 1980. Primera de la democracia con Suarez de Presidente
LODE en 1985. Primera del Gobierno de González.
LOGSE en 1990. Segunda del gobierno de González.
LOPEG en 1995. Conocida como Ley Perterra o "por tierra", debido a sus resultados.
LOCE en 2002. en el Gobierno de Aznar, buscaba la calidad de la educación, pero no llegó a aplicarse por la llegada de Zapatero.
LOE en 2006. En la que el Gobierno Socialista introdujo la polémica Educación para la Ciudadanía e hizo la Religión voluntaria para los alumnos.
Ahora ha sido aprobada la LOMCE. Ley Orgánica para Mejora de la Calidad Educativa. Y quizás sea esto lo que más molesta a la oposición, que desde que se anunció están contestándola. Los socialistas no quieren mejorarla. Tienen la teoría dictatorial de que se maneja mejor a los ciudadanos ignorantes. Ya lo hacían los romanos con el "Panem et Circenses", con lo que entretenían al pueblo. Hasta ahora lo han conseguido, especialmente en Andalucía y sobre todo en Sevilla que se lleva la palma en el número de fracasos escolares. Tenemos el ejemplo en nuestra Presidenta, de nombre Susana, que tardó 10 años en hacer la carrera de Derecho y la terminó posiblemente gracias a un útil aparato eléctrico conocido como enchufe.
En mis tiempos de estudiantes no había huelgas. Algunas veces, solo manifestaciones como aquella a la que tuve ocasión de asistir, contra el Consulado Británico en Sevilla, pidiendo Gibraltar. O las pequeñas revueltas que organizábamos en la Facultad de Veterinaria de Córdoba, para adelantar uno días las vacaciones de Navidad y Semana Santa. Pero ya se han puesto de moda y la plaga es imparable. Tanto que está contribuyendo a mejorar la economía, sobre todo para la industria de pancartas, camisetas de diversos colores y banderas. Sobre todo banderas republicanas. Y después dicen que son protestas de los estudiantes contra la Ley Wert para convertirlas en reivindicaciones políticas contra el Gobierno que eligieron la mayoría de los españoles y contra la propia Constitución que define España como una Monarquía. Si se critica el uso de la bandera del águila, ¿Por qué se permite la de la franja morada?, Pero sobre todo; ¿Qué tiene que ver la educación con la república? ¿Es que en la II República no se aceptaban las leyes democráticamente aprobadas por la Cortes?, ¿Por qué no se rechazaron las aprobadas por los Gobiernos socialista?.
Rubalcaba lo tiene claro. Cuando llegue, si llega, al Gobierno, la derogarán y a volver a la ignorancia. Menos mal que no va a llegar, porque su propio partido, en un momento de lucidez, ya está queriendo quitárselo de en medio. Es totalmente incoherente el video que ha colgado en internet de niños de primaria cantando contra la Ley y tirando los libros. Tanto defender los derechos del menor y los utilizan para propaganda política. En fin, cosas de la izquierda que tiene perdido el norte. Igual que las feministas que dicen luchar contra el abuso sexual del cuerpo y se presentan en el Parlamento exhibiendo las tetas y diciendo que el aborto es sagrado. Señoras, o lo que sean, ¡lo que es sagrado es la vida!.
Como siempre ocurre la asistencia a las manifestaciones fueron masivas, según los organizadores y escasa según los demás. A pesar de los cierres de colegios y universidades por piquetes que creen en el derecho a la huelga pero no el derecho a trabajar. Si puedo decir, que el colegio de mi pueblo abrió las puertas, dejó libertad a profesores y alumnos a elegir y hubo clase para todos los alumnos que quisieron asistir. En la clase de mi nieto solo había 3 alumnos. entre los que, puedo decir con orgullo, estaba mi nieto de 10 años que quiere estudiar. Lo que no sabemos es si los niños que no acudieron estaban contra la Ley Wert o simplemente, querían un día sin colegio.