martes, 17 de agosto de 2010

SE ACABAN LAS FIESTAS




Decía ayer que hoy se acababan las fiestas de San Antonio con el descanso y cura de la resaca por la mañana y la subasta y rifa del cerdo. (Los malhablados le llaman "el guarro de San Antonio" sin ofender). Gracias a la moderación y las amenazas del médico, la Guardia Civil y mi mujer (que es la más vigilante) no he tenido que curarme ninguna resaca. Recuerdo que la último fue hace años y no me la curé durmiendo, sino con una ducha fría y un bloody mary bien cargado que es muy buen antídoto para el whisky.
La subasta y la rifa del cerdo, así como el apurar la sangría que sobrara, si es que sobró, no se si se celebrará, porque el cielo está muy oscuro, ya ha caído un chaparrón y se oyen truenos lejanos, con posibilidad de acercarse. O sea, la tormenta que viene.
Pero hay otra tormenta que está tomando fuerza, que no sabemos como acabará y de la cual no nos puede librar el paraguas del Gobierno, porque se lo ha llevado la primera racha de viento y nos ha dejado a la intemperie. Me refiero a la tormenta que se nos acerca desde Marruecos, que ha empezado por Melilla, va a continuar por Ceuta y amenaza con llegar, al menos, a Andalucía, aunque también puede llegar a las Islas Canarias y de allí al Sahara. Y que parece que viene cargada de truenos, relámpagos, fuertes vientos y hasta granizos como huevos. Ya venia amenazando desde la Isla Perejil, pero el Servicio Meteorológico del Ministerio de Exteriores bajo el mando del sonriente pánfilo de Moratinos no ha sido capaz de predecirla. Ante la incapacidad del Ministro y la incompetencia de Zapatero han tenido que recurrir a Su Majestad el Rey, para que interceda y llame a "su amigo" el Rey de Marruecos. Con amigos como ese,¿quién necesita enemigos? Así, de esta forma, si la cosa sale mal, que puede, Zapatero y Moratinos salvarán la cara y dirán que es culpa del Rey que no ha sabido negociar.
Pero señor Zapatero, ¿usted no se ha enterado de que el Rey es el Jefe del Estado, pero usted es el responsable del Gobierno y Moratinos de los Asuntos Externos.? Y ninguno de los dos sabe lo que se hace, por lo cual, no es la primera vez que se la meten doblada.
Es un demasiado tarde para llamar al General Millán Astray y al Comandante Franco, para que pongan a los moros en su sitio. Pero se pueden tomar otras medidas, como cerrar la fronteras de las dos ciudades españolas y que no pase nadie. Los españoles dentro y las ametralladoras mirando hacía fuera. ¿Y el suministro?. Por barco desde la Península, que no está tan lejos.
Recuerdo cuando Franco cerró la verja de Gibraltar y los llanitos tenían que ir al Reino Unido a comprar toda clase de suministros, desde bebidas, frutas y carnes, hasta medicinas, madera o papel, y en un caso que recuerdo muy bien, hasta ataudes para sus muertos, que salieron de Londres en avión y llenos de manzanas para aprovechar el espacio. De camino algunos gibraltareños se forraron, pero ninguno se murió de hambre.
Ahora, con tan buen talante, tanta conversación, buscando el consenso y sin valor para dar la cara, nuestro vecinos del sur se están cachondeándose de nosotros. Y si esto no cambia, seguirán haciéndolo.

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