No entraba en mi Blog desde el 22 de agosto, de este año por supuesto. Y es curioso que el título del artículo, "Otra vez Giahsa", vaya a coincidir con este, aunque para no repetir, lo titule "Lo último de....." Y digo lo último, porque no se cuantos más tendré que escribir.
Todo ocurrió hace exactamente una semana, a esta misma hora 10,45 de la mañana. Oigo de pronto el ruido de un martillo, de esos que se usan para romper el pavimento, me asomo al balcón y lo primero que veo, aparcado ante mi casa, en medio de la calle y en contramano, una furgoneta con el nombre de Giahsa. Un operario rompiendo el acerado entre la puerta de la casa y la del garaje junto a la llave del agua. Bajé a la calle a ver qué pasaba y me dijo que habían detectado una pérdida de agua y la estaban buscando. Una vez descubiertas las cañerías de entrada a la casa, me preguntó si tenía algún grifo abierto, le dije que la lavadora estaba funcionando y decidió que la salida de agua estaba entre la llave de paso y la toma de la red. O sea, que era responsabilidad de Giahsa. Se marcha avisándome de que vendrán dos operarios para arreglar la avería.
Así es una hora más tarde Otra furgoneta en medio de la calle y en contramano, otra vez el martillo rompiendo más losetas, descubren la salida del agua, cambian un trozo de tubería y se marchan dejando un saco con escombros en la calle, el agujero en el acerado y una cinta marcando para avisar a los peatones del peligro y avisando: "Mañana vendrán a terminar todo."
"Mañana" era sábado y no apareció nadie, pero si el domingo (que se cobran horas extra) viene otro empleado a rellenar el agujero y dejarlo preparado a falta de las losetas. Y como dice la canción de Sabina, "y nos dieron las diez y las once y las doce....." pues pasó el lunes y el martes y el miércoles..... y el jueves se presentaron dos empleados de una compañía subcontratada y terminaron la obra, que ha quedado bien con seis losetas nuevas en el acerado.
Siete días, seis empleados y cuatros furgonetas, que cuando era nuestro Ayuntamiento y no Giahsa el responsable del suministros del agua, teníamos a Julián que arreglaba las averías el mismo día o, a lo más, al día siguiente. Y además, el agua era más clara, más limpia y más barata. Sin más comentarios.